14.05.2013 Views

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

Documento - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Mira, querido, he puesto este estofado a calentar. Abre tú mismo una<br />

lata de guisantes, y en la nevera hay pan. Traje también un pastel de German's,<br />

pero no recuerdo dónde lo puse. Mira por la cocina. Yo tengo que irme.<br />

—¿Dónde vas ahora?<br />

—El señor Mancuso y su tía pasarán a recogerme dentro de unos<br />

minutos. Vamos a ir a Fazzio's a jugar a los bolos.<br />

—¿Qué? —gritó Ignatius—. ¿De verdad?<br />

—Volveré tempranito. Le dije al señor Mancuso que no podía<br />

quedarme hasta muy tarde. Y su tía es abuela ya, así que, claro, creo que<br />

necesitará dormir.<br />

—Qué magnífica recepción después de mi primer día de trabajo —dijo<br />

Ignatius furioso—. Pero si no puedes con la bola. Si tienes artritis. Esto es<br />

ridículo. ¿Y dónde <strong>com</strong>erás tú?<br />

—Ya me tomaré algún chile allí mismo en la bolera —la señora Reilly<br />

se dirigía ya a su habitación a cambiarse de ropa—. Ah, cariño, llegó una carta<br />

para ti de Nueva York. La puse debajo del bote del café. Parece que es de esa<br />

Myrna, porque el sobre está todo sucio y pringoso. ¿Cómo se atreve esa<br />

Myrna a echar al correo algo semejante? ¿No me habías dicho que su papá<br />

tenía dinero?<br />

—No puedes irte a jugar a los bolos —aulló Ignatius—. Es lo más<br />

absurdo que has hecho en toda tu vida.<br />

La puerta del cuarto de la señora Reilly se cerró de golpe. Ignatius<br />

encontró la carta y destrozó el sobre al abrirlo.<br />

Dentro había un programa de un festival cinematográfico de verano de<br />

hacía un año. En la parte posterior del arrugado programa había escrita una<br />

carta con un tipo de escritura angulosa e irregular que constituía la caligrafía<br />

minkoffiana. La costumbre de Myrna de escribir más a editores que a los<br />

amigos, siempre se reflejaba en el encabezamiento:<br />

Señores:<br />

¿Pero qué carta extraña y aterradora me has escrito, Ignatius?<br />

¿Cómo voy a ponerme en contacto con la asociación de derechos civiles<br />

con las escasas pruebas que me has dado? No puedo entender por qué podría<br />

intentar detenerte un policía. ¡Pero si no sales de tu cuarto! Me habría creído<br />

lo de la detención si no me hubieras contado también eso del «accidente de<br />

automóvil». Si te rompiste las dos muñecas, ¿cómo me pudiste escribir una<br />

carta?<br />

Seamos sinceros el uno con el otro, Ignatius. No creo una palabra de lo<br />

que me dices. Pero tengo miedo- por ti. Esa fantasía de la detención tiene<br />

todos los rasgos paranoicos clásicos. Supongo que sabes perfectamente que<br />

Freud relacionaba la paranoia con las tendencias homosexuales.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!