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peaagogfos, (2) la mayor parte imberbes
9 y obtener las cátedras sin oposicio-
A l m atricularnos en 1838 dijim os al rector de
la universidad que eran crecidos los derechos r
y él d ijo á nosotros. Se quiere que no haya tan­
to a bogado. P obre y antisocial refugio escribi­
m os. ¿Q ué im porta al E stado que haya m uchos
ó pocos abogados? Un célebre filósofo antiguo
d ic e : el que no es bueno para las cien cias, to ­
m e el arado. E l prim er gènio ó el príncipe de
los sábios de su siglo nuestro F eíjoó en la m e­
dicina YÍndicata dice : los m édicos hábiles son
buscados, y los ignorantes buscan. >Lo m ism o
decim os nosotros de los jurisperitos: buscarán
los leguleyos; y serán buscados los consum ados
ju riscon su ltos. L os estudiantes de ricas familias
quisieran que aun los acrecentaran m as para
p od er solo ellos vestir la toga. ¡P ob re y desam ­
parada Astrea ! 0 ” *^ m udos sacerdotes tendría !
Estos tales confiados en el bienestar de sus casas
no saludan á la ciencia, resultando ser los mas
sobresalientes los alum nos de honrada y escasa
familia : de vez en cuando hay escolares de
magnífica cuna que com piten con los de hum il­
de teeho. F in alm en te; su p lícam osála dirección
general de estudios, a! ministro de la goberna­
ción del re in o , y al regen te, form en un nuevo