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que (ligamos que los principios de la
economia de un particular, no son los
de un reino, conl'esumos que ciertos
principios de la economía de un Estado
60U los mismos de un particular.
Problema de 3 Ir. Melon.
Mr. Itlelon dice (i): «por último
espongo el problema si{ruicntc, para
que le resuelvan las naciones cultas
de la Europa. Siendo la imposición
necesaria para el pago de las cargas
del Estado, de tal calidad, que no puedan
satisfacerla los contribuyentes, no
obstante, las ejecuciones militares y
la venia de sus propios frutos, en este
caso, ¿qué es lo que delx* hacer cl legislador?
(( Hubiéramos celebrado ver
resuelto este problema (si es que lo
sea) por un hombre tan grande, eomo
lo era cl dii’unto Mr. Melon, pero ya
(1) Fnsayo sobro el rom orrio cap 3 1 . D i­
versas observaciones sobre las monedas.