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t«r .ipltcar luego cl ciiiitlgo, y arrancar
de raíz la mnln scmilU, nnton quo
crezca, y se multiplique, reduciéndole
¿ cuerpo inaN poderoso, que cl
principe , contri) quien mnquíne(no
se acomodare con »u opinión ) mudando
la forma del gobierno. Y si bien
cl entendimiento es libre , y contra su
libertad el hacerle creer, y parece,
que toca á Dios el castigo á quien siente
mal de ¿1 : nacerían gravísimos
Inconvenientes, si se liase del pueblo
ifpiorante, y ciego el opinar en los mis-
tcrioH altos de la religión, y asi conviene
obligar á los súbditos á que, como
los ttlemnnes antiguos, tengan por
mayor santidad y reverencia creer,
que saber las cosas de Dios. Qué errores
monstruosos no esperimenla en
si cl reino, qne tiene licencia de arbitrar
en la religión 7 Por esto los
romanos pusieron tanto cuidado en
que no se introdujesen nuevas religiones
y Claudio se quejó al senado de
que se admitiesen las supersticiones