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C9celentc y acondrada virtnd como
lo vemos á cada paso y todos los
dias. « ¿No tenemos juicio y discernimiento?
¿Kl fondo de nuestro cora-
zon no es el mejor y cl mns honrado ?
¿Quien lo duda?» Volvemos á decir
nosotros, que la esperlencla maestro
infalible, y el tiempo desengañador y
descubridor de las artes solapadas de
los hombres, nos hacen decir, que no
sabemos si el fondo del corazon español
es el mejor y cl mas honrado. « ¿Qué
mas nos falta ? ¿ Algo de instrucción ?
¿Mejora de costumbres? » Suplámoslo
por medio de buenas leyes, que reuniendo
on si á un mismo tiempo la actividad
y la energía nosdén lo que nos
puede faltar para hacer esta institución
perfecta ^ y si al principio no lo fuese,
plantémosla á lo menos, seguros de que
no solamente producirá el efecto que
le es consiguiente, á sab(‘r la protección
de la inocencia y castigo del crimen
, sino también la ilustración de
los ciudadanos para conocer sus dere­