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argo de la ilustración de los hombres
la ley se habia coQstantemcnte mantenido
por la presunción de que el amor
propio respetarla al mas augusto ejercicio
que el hombre puede haccr desús
luces , viéndose cl arbitrio de la vida
y de la muerte de sus scmejnates;
que aunque hayan mudado los tiempos
el motivo de la ley era siempre el mis*
mo etc ; concluyendo esta arenga con
una cesortacion á dichos jurados de
juntar en la función á^que eran llamados
la sencillez, franqueza y buena fé
de sus mayores á las luces que se habían
adquirido en los siglos modernos,
Á fm (le oponer estas luces á la falsa
piedad, y la antigua franqueza á las
pasiones.
Luego fué presentado el reo. Despues
de otro discurso que le hizo el
mismo juez, parecieron los testigos
que hicieron el acostumbrado juramento.
E l acusado reusó algunos qne inmediatamente
se retiraron : á cada hecho
que deponían los que habian que-