• íáí- - DSpace CEU

han sido el honor de la Grecia 9 y la
admiración de todos los si{jlos. Ecsa*
minemos sus sistemas: quitemos con
mano atrevida esU» especie de velo,
qut; culire la anti^^üiMhul, y quo la
haee muchas veces á nuestra vista)
mas bella, mas respetable de lo que
es en electo. Nuestra admiración no
fué poca, cuando quisimos aplicar á
nuestros Estados modernos las mácsimas
de estos antij^uos, que se han tenido,
con poca razón, por acsiomas.
Licurgo.
«Vemos á Eicur|jo (1), qne des-
tierra de una república floreciente,
como lo era Esparta, el lujo, cuya
utilidad i(][nora: que prohíbe á sus ciudadanos
dedicarse á ninjjun oficio mecánico:
que hace que los lacedemonios
ten|jan por vileza el Irabtijo de sus
manos para llejjar á ser ricos: por con-
(I) Vi-asc á Plutarco on la rida de Licurgo.