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te aspecto cada estado está dividido
en soberanos , en magistrados , en súb»
tlitos, y en regnicolas. Cuando en c)
Estado no hay mas que un sohera-|
n o , se concilla en este caso sobre su
persona todos los respetos reunidos]
debidos á la soberanía. Cuando estaj
soberanía está en manos de muchos|
hombres, cada uno de ellos no pue-|
de ecsijir mas que las consideracio-|
nes proporcionadas á su clase. La
sumisión solo es debida á todo el
cuerpo , en quien reside el poder soberano
, y cada miembro no es mas
que un particular. Los magistrados
son los ministros de las leyes, y át'
la voluntad del soberano. P or est«|
motivo se les deben grandes consi*
deraciones, y el bien de la sociedad^'
ecsije, que se miren como sagradoi|
en el ejercicio de sus empleos. Los|
súbditos, por serlo , no han nacidol
esclavos, y tienen derecho á ser tam>|
bien atendidos. Todo príncipe debe
persuadirse, que ni la providencia,j