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su vejez, sin los cuales perecería ín»
dubitablemente, le impODcn la obli-
gacion de dárselos otros en su edad
viril.
L a razón dicta; y la blstorin confirma
que las sociedades Kan sido pequeñas
, é imperfectas en su origen.
Poco á poco, y como por grados, se
lian formado lo que llamamos sociedades
civiles, cuerpos políticos, Estados.
Por mas simples que bayan sido estos
principios, ba resultado de ellos un
compuesto tan maravilloso, que puede
compararse la estructura de un Estado
á la de un cuerpo humano , tanto por
lo que mira á su regularidad, como
por lo respectivo á los muchos, y diversos
resortes que le hacen mover.
E l lin de procurarse comodidades , y
seguridad por medjo de socorros recíprocos,
ecsije precisamente la reunión
de un número de personas, proporcionado
á este fin de confederación:
luego un Estado debe componerse de
una reunión de gentes, y esta no for-