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data de administración) sean cstrcclia-
monte responsables y despojados para
siempre de la gloria de mandar.
D e las diputaciones de provincia.
E l régimen económico de las provincias
nunca debe confundirse con la
potestad judicial; cuando el gobierno
superior do las provincias estaba con-
íl^do al cuidado de los gefcs políticos y
militares decían los cspanolos indica*
dos, y á la dirección de tribunales
bajo el nombre de acuerdos, sujetos
unos y otros á la inspección do los consejos
sn|)rcmos , so daba ocnsion Á que
la prosperidad y fomento de aquellos
dependiesen del impulso delgobierno)
que equivocadamente se subrogaba al
lugar del interés personal, ó que se
promovieran por medios complicados y
poco liberales á causa de espíritu contencioso
que necesariamente babia de
dominar en pr(»vídencías dadas ó aprobadas,
por tribunales, aun cuando pro-