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el reino el de Salomoii renaciendo la
justicia y la paz eii los pueblos.
Prometan un g^obieriio tan puro y
benéfico, que bagan conocer á todos
no un déspota y un tirano , sino un rey
y padre de sus súbditos. De lo contrario
9 el cetro se convertiria en mísero
tizón y en carbón y cenizas el furor de
los puel)los.
Hasta aquí lector, tenemos llevada
á su debido término , el punto cardinal
de la cuestión. T e rojjamos , quepa-
ranzones nuestra doctrina vertida de
cuando en cuando con ardor, con la
apolegctica del mando femenil, y saques
la consecuencia racional. Vamos á
tratar otra materia, últimos períiles de
nuestra pluma. L o que vamos á ti^atar^
lo dividimos en dos parles : la primera
contiene preliminares de política y de
economía c iv il, y la segunda de derecho
público : ciencias , que las dos primeras
tienen por objeto la opulencia
g-eneral, y el derecho político la organización
constitucional de un Estado. IVo