04.07.2013 Views

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

también te traigo las mejores. —Glipkerio se recobró un poco—. Primero te diré las<br />

peores. La estrella cuya llegada esperábamos se ha extinguido, como una vela apagada<br />

por un <strong>de</strong>monio negro, sus fuegos consumidos por el oscuro oleaje <strong>de</strong>l océano celeste.<br />

En una palabra, se ha hundido sin <strong>de</strong>jar rastro, por lo que no puedo efectuar mi hechizo<br />

contra las ratas. A<strong>de</strong>más, tengo el triste <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> informaros que las ratas ya han<br />

conquistado <strong>Lankhmar</strong> a todos los efectos prácticos. Vuestros soldados están siendo<br />

diezmados en los cuarteles meridionales. Todos los templos han sido invadidos y los<br />

mismos dioses <strong>de</strong> <strong>Lankhmar</strong> asesinados sorpresivamente en sus polvorientos lechos. <strong>Las</strong><br />

ratas sólo están haciendo una pausa, <strong>de</strong>bido a cierta cortesía que os explicaré, antes <strong>de</strong><br />

capturar vuestro palacio.<br />

—Entonces todo está perdido —dijo Glipkerio con voz temblorosa, blanco como la cera,<br />

y volviendo la cabeza añadió obstinadamente—: ¡Te lo dije, Samanda! No me queda más<br />

recurso que el <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r una última travesía. ¡Adiós, mundo, adiós, Nehwon! Busco<br />

un universo más feliz...<br />

Pero esta vez, su rolliza sobrina y la gigantesca señora <strong>de</strong>l palacio impidieron a la vez<br />

su huida hacia el porche, sujetándole cada una por un lado.<br />

—Ahora escucha la mejor —siguió diciendo Hisvin en un tono más vivo—. Corriendo un<br />

gran peligro personal, me he puesto en contacto con las ratas. Resulta que tienen una<br />

civilización excelente, mejor en muchos aspectos que la humana... De hecho, han guiado<br />

secretamente los intereses y el crecimiento <strong>de</strong>l hombre durante cierto tiempo... Sí, esos<br />

sabios roedores disfrutan <strong>de</strong> una acogedora y dulce civilización, que te parecerá muy<br />

idónea cuando la conozcas mejor. En cualquier caso, las ratas, que ahora me tienen en<br />

gran estima... ¡Ah, qué difíciles maniobras diplomáticas he realizado por ti, mi señor...!<br />

¡<strong>Las</strong> ratas me han confiado sus condiciones <strong>de</strong> rendición, que son inesperadamente<br />

generosas!<br />

Sacó uno <strong>de</strong> los pergaminos <strong>de</strong> la bolsa.<br />

—Te las resumiré... —dijo, y leyó —: <strong>Las</strong> hostilida<strong>de</strong>s cesarán <strong>de</strong> inmediato... por or<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> Glipkerio, transmitida por sus agentes provistos <strong>de</strong> varas <strong>de</strong> autoridad... Los<br />

lankhmarianos extinguirán los incendios y repararán los daños causados a la ciudad, bajo<br />

la dirección <strong>de</strong>..., etcétera, etcétera. Los humanos repararán los daños causados a<br />

túneles, arcadas, lugares <strong>de</strong> recreo, excusados y otras <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> las ratas. Aquí<br />

habrá que añadir: «apropiadamente reducidos <strong>de</strong> tamaño». Todos los soldados<br />

<strong>de</strong>sarmados, atados, confinados..., etcétera. Todos los gatos, hurones y otras<br />

sabandijas..., claro, es natural. Todas las naves y los lankhmarianos que se hallen en<br />

ultramar..., eso está bastante claro. ¡Ah, aquí está lo que buscaba! Escucha bien.<br />

Posteriormente cada lankhmariano se <strong>de</strong>dicará a su actividad acostumbrada, libre en<br />

todas sus acciones y posesiones..., libre, ¿has oído bien?..., sometido tan sólo a las<br />

ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> su rata o ratas personales, las cuales se agazaparán en su hombro o se<br />

acomodarán <strong>de</strong> otro modo encima o <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus ropas, como lo consi<strong>de</strong>ren<br />

conveniente, y compartirán su lecho. Pero tus ratas —se apresuró a añadir, señalando a<br />

Glipkerio, quien se había puesto muy pálido, y cuyo cuerpo y miembros habían empezado<br />

<strong>de</strong> nuevo a temblar, mientras los tics nerviosos volvían a tomar posesión <strong>de</strong> sus<br />

facciones—, tus ratas, como digo, por <strong>de</strong>ferencia a tu elevada posición, ¡no serán ratas en<br />

absoluto!, sino mi hija Hisvet y, temporalmente, su doncella Frix, quienes te aten<strong>de</strong>rán día<br />

y noche, velarán por tu seguridad, te servirán en todos tus <strong>de</strong>seos, con la insignificante<br />

condición <strong>de</strong> que obe<strong>de</strong>zcas sus ór<strong>de</strong>nes. ¿Qué podría ser más justo, mi querido señor?<br />

Pero Glipkerio ya había vuelto a las andadas, y exclamó: «¡Adiós, mundo, adiós,<br />

Nehwon! Busco un...», mientras trataba <strong>de</strong> dirigirse al porche, convulsionándose en sus<br />

esfuerzos por zafarse <strong>de</strong> los brazos <strong>de</strong> Samanda y Elakeria. Sin embargo, <strong>de</strong> pronto se<br />

<strong>de</strong>tuvo y exclamó:<br />

—¡Claro que firmaré!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!