04.07.2013 Views

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fafhrd estiró el brazo y <strong>de</strong>slizó un <strong>de</strong>do por el lomo <strong>de</strong>l gatito, el cual arqueó el<br />

espinazo, sumido por un instante en un placer sensual; pero en seguida se apartó y siguió<br />

observando preocupado a las ratas, actividad compartida por los dos pilotos vestidos <strong>de</strong><br />

negro, que parecían a la vez molestos y temerosos a causa <strong>de</strong> los pasajeros enjaulados<br />

en la cubierta <strong>de</strong> popa.<br />

El Ratonero se chupó los <strong>de</strong>dos bañados en jugo <strong>de</strong> ciruela y sacó la lengua para<br />

capturar con precisión una gota que amenazaba con escurrirse por la barbilla.<br />

—No, no me refiero principalmente a esas ratas <strong>de</strong> alta cuna —le dijo a Slinoor, y,<br />

arrodillándose <strong>de</strong> improviso, tocó significativamente con dos <strong>de</strong>dos la cubierta <strong>de</strong> roble y<br />

añadió—: Me refiero a la dama que está abajo, la cual te ha echado <strong>de</strong> tu camarote <strong>de</strong><br />

capitán y ahora insiste en que las ratas necesitan sol y aire fresco..., extraña manera, a mi<br />

modo <strong>de</strong> ver, <strong>de</strong> mimar a unas alimañas acostumbradas a vivir en la oscuridad<br />

subterránea.<br />

Slinoor enarcó sus pobladas cejas. Se acercó más a su interlocutor y le susurró:<br />

—¿Crees que la damisela Hisvet tal vez no sea simplemente la encargada <strong>de</strong> velar por<br />

las ratas, sino que también forme parte <strong>de</strong>l regalo <strong>de</strong> Glipkerio a Movarl? Demontre, es la<br />

hija <strong>de</strong>l merca<strong>de</strong>r <strong>de</strong> grano más importante <strong>de</strong> <strong>Lankhmar</strong>, el cual se ha enriquecido<br />

vendiéndole cereal tostado a Glipkerio.<br />

El Ratonero sonrió crípticamente, pero no dijo nada.<br />

Slinoor frunció el ceño y luego susurró, en voz aún más baja:<br />

—Ciertamente, he oído el rumor <strong>de</strong> que Hisvet ya fue el regalo <strong>de</strong> su padre a Glipkerio<br />

para comprar su patrocinio.<br />

Fafhrd, que había intentado acariciar al gato <strong>de</strong> nuevo, sin más éxito que el <strong>de</strong> hacerle<br />

trepar por el mástil <strong>de</strong> popa, se volvió al oír las palabras <strong>de</strong>l capitán.<br />

—Pero Hisvet es una niña —dijo casi en tono <strong>de</strong> reproche—, una doncella <strong>de</strong> lo más<br />

recatada y <strong>de</strong>cente. No lo sé en lo que concierne a Glipkerio, pues parece un <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte<br />

—esa palabra no era un insulto en <strong>Lankhmar</strong>—, pero, sin duda, a Movarl, un norteño <strong>de</strong><br />

los bosques, sólo le gustan las mujeres fuertes, maduras y completas.<br />

—Sin duda, ésos son tus propios gustos —observó el Ratonero, mirando a Fafhrd con<br />

los ojos entrecerrados—. ¿No te interesan las relaciones con mujeres <strong>de</strong> aspecto<br />

aniñado?<br />

Fafhrd parpa<strong>de</strong>ó como si el Ratonero le hubiera hundido los <strong>de</strong>dos en el costado.<br />

Entonces se encogió <strong>de</strong> hombros y cambió <strong>de</strong> tema.<br />

—¿Por qué son tan especiales estas ratas? ¿Es que saben hacer trucos?<br />

—Así es —replicó Slinoor, evi<strong>de</strong>nciando con su tono la repugnancia que sentía hacia<br />

los roedores—. Actúan como si fuesen hombres. Hisvet las ha amaestrado para que<br />

bailen al son <strong>de</strong> una música, beban <strong>de</strong> copas, sujeten pequeñas lanzas y espadas e<br />

incluso practiquen la esgrima. Yo no lo he visto... ni tengo el menor interés en ello.<br />

La fantasía <strong>de</strong>l Ratonero se puso en marcha. Se imaginó pequeño como una rata,<br />

batiéndose con otras ratas que llevaban encajes en el cuello y las patas <strong>de</strong>lanteras,<br />

<strong>de</strong>slizándose por los laberínticos túneles <strong>de</strong> sus ciuda<strong>de</strong>s subterráneas, convirtiéndose en<br />

un gran experto en quesos y carnes ahumadas, tal vez cortejando a una esbelta reina<br />

roedora, sorprendido por el rey roedor y teniendo que combatir con él en la oscuridad.<br />

Entonces observó que una <strong>de</strong> las ratas blancas le miraba fijamente con sus fríos e<br />

inhumanos ojos azules, y <strong>de</strong> improviso esa i<strong>de</strong>a no le pareció en absoluto divertida. A<br />

pesar <strong>de</strong> que el calor <strong>de</strong>l sol era intenso, se estremeció.<br />

—No es bueno para los animales que intenten ser como los hombres —<strong>de</strong>cía Slinoor,<br />

mirando sombríamente a los silenciosos aristócratas blancos—. ¿Habéis oído hablar <strong>de</strong> la<br />

leyenda <strong>de</strong>...? —empezó a <strong>de</strong>cir, pero titubeó y no siguió a<strong>de</strong>lante, meneando la cabeza,<br />

como si creyera que había estado a punto <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong>masiado.<br />

—¡Una vela! —gritó el vigía, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cofa—. ¡Una vela negra a barlovento!<br />

—¿Qué clase <strong>de</strong> barco? —gritó Slinoor. —No lo sé, capitán, sólo veo lo alto <strong>de</strong> la vela.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!