04.07.2013 Views

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

Leiber, Fritz - FR5, Las Espadas de Lankhmar.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¿Qué os he dicho <strong>de</strong> ella? —preguntó Lukeen a los <strong>de</strong>más—. ¡Sutil es un término<br />

<strong>de</strong>masiado grosero para calificar sus manejos, propios <strong>de</strong> una araña! —Miró a Hisvet y<br />

dijo en tono <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñoso—: ¡Virgen!<br />

Una leve sonrisa <strong>de</strong> resignación apareció en los labios <strong>de</strong> Hisvet. Fafhrd sonrió y,<br />

aunque todavía se sujetaba la cabeza dolorida, tuvo que hacer un esfuerzo para no<br />

erguirse bruscamente <strong>de</strong> nuevo. Lukeen le miraba divertido, seguro <strong>de</strong> que podía<br />

provocarle a voluntad y <strong>de</strong> que el bárbaro carecía <strong>de</strong>l ingenio civilizado para replicarle con<br />

un insulto intolerable.<br />

Fafhrd miró pensativo a Lukeen.<br />

—Sí, eres muy valiente, vestido con cota <strong>de</strong> mallas, amenazando a las muchachas e<br />

imaginando atroces torturas, ¡pero si no llevaras armadura y tuvieses que <strong>de</strong>mostrar tu<br />

virilidad con una sola muchacha valiente, caerías como un gusano!<br />

Lukeen se levantó airado y se dio tal golpe con una viga <strong>de</strong> la cubierta que soltó un<br />

grito estremecido y se tambaleó. No obstante, palpó a ciegas en busca <strong>de</strong> la empuñadura<br />

<strong>de</strong> su espada. Slinoor le cogió la muñeca y le obligó a sentarse <strong>de</strong> nuevo.<br />

—Domínate, comandante —le imploró con severidad Slinoor, cuya resolución parecía ir<br />

en aumento mientras los otros discutían y se querellaban—. Basta <strong>de</strong> insultos, Fafhrd.<br />

Ratonero (iris, ésta no es tu sala <strong>de</strong> justicia, sino la mía, y no nos hemos reunido para<br />

<strong>de</strong>batir el alcance <strong>de</strong> las leyes, sino para enfrentarnos a un peligro. Esta flota <strong>de</strong><br />

transporte se encuentra ahora en grave peligro. Nuestras vidas corren riesgo y, lo que es<br />

mucho peor, <strong>Lankhmar</strong> estará en peligro si Movarl no recibe su grano con esta tercera<br />

expedición. Anoche la Almeja fue engañada y <strong>de</strong>struida. Esta noche podría ser la Mero, la<br />

Calamar, tal vez la Tiburón, e incluso todas nuestras naves. <strong>Las</strong> dos flotas anteriores<br />

zarparon bien advertidas y custodiadas, y no obstante sufrieron una pérdida total.<br />

Hizo una pausa para que los <strong>de</strong>más aquilataran <strong>de</strong>bidamente sus palabras.<br />

—Ratonero —siguió diciendo—, tu recuento <strong>de</strong> las ratas me ha hecho dudar un poco,<br />

pero las pequeñas dudas no son nada cuando vidas y ciuda<strong>de</strong>s corren peligro. Por la<br />

seguridad <strong>de</strong> la flota y <strong>de</strong> <strong>Lankhmar</strong>, hundiremos a las ratas sin dilación y vigilaremos<br />

estrechamente a la damisela Hisvet hasta el mismo muelle <strong>de</strong> Kvarch Nar.<br />

—¡Muy bien! —exclamó el Ratonero, a<strong>de</strong>lantándose a Hisvet. Pero en seguida añadió,<br />

como si hubiera tenido una inspiración repentina—: O mejor todavía..., nombradnos a<br />

Fafhrd y a mí para que vigilemos sin cesar no sólo a Hisvet, sino también a las once ratas<br />

blancas. De ese modo no per<strong>de</strong>mos el regalo <strong>de</strong> Glipkerio, con el riesgo <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>r a<br />

Movarl.<br />

—No confiaría a nadie la mera vigilancia <strong>de</strong> las ratas —le replicó Slinoor—. Son<br />

<strong>de</strong>masiado tramposas. Tengo la intención <strong>de</strong> trasladar a la damisela a la nave Tiburón,<br />

don<strong>de</strong> estará mejor controlada. Lo que Movarl <strong>de</strong>sea es el grano, no las ratas. No sabe<br />

nada <strong>de</strong> ellas, por lo que no podrá enojarse al no recibirlas.<br />

—Claro que lo sabe —intervino Hisvet—. Glipkerio y Movarl intercambian<br />

semanalmente cartas por medio <strong>de</strong> albatros mensajeros. Nehwon es más pequeño cada<br />

año, capitán, y las naves son como caracoles comparadas con esas aves mensajeras <strong>de</strong><br />

gran<strong>de</strong>s alas. Glipkerio le escribió a Movarl sobre las ratas, y éste expresó un gran placer<br />

por el regalo e intensos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> contemplar la actuación <strong>de</strong> las Sombras Blancas..., y a<br />

mí misma —añadió, inclinando recatadamente la cabeza.<br />

El Ratonero intervino al instante:<br />

—Slinoor, también <strong>de</strong>bo oponerme con firmeza, y sintiéndolo mucho, al traslado <strong>de</strong><br />

Hisvet a otra nave. El encargo que Glipkerio nos hizo a Fafhrd y a mí, y cuyo escrito<br />

puedo mostrarte cuando quieras, dice con claridad que hemos <strong>de</strong> proteger a la damisela<br />

siempre que esté fuera <strong>de</strong> sus aposentos privados. Nos hace absolutamente<br />

responsables <strong>de</strong> su seguridad..., así como la <strong>de</strong> esas Sombras Blancas. Nuestro Señor<br />

Supremo indica asimismo con toda claridad que aprecia a esas criaturas más que a su<br />

peso en joyas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!