PNUD • Libertad para elegir - Programa de las Naciones Unidas ...

Discriminación, jóvenes, migrantes e indígenas: libertadas coartadasEn este punto es menester recordar la condición relacional de toda construcción identitaria, somos porel otro, en relación al otro, y ese otro puede emplazarse de acuerdo a distintas escalas, el otro puedeser mi hermano, mi padre, alguien de mi mismo grupo; el otro puede ser alguien perteneciente a otrogrupo, pero a la misma nación, el otro puede ser de otra nación, perteneciente al mismo continente,el otro puede ser de otro continente... y así sucesivamente de ida y vuelta. Por otro lado, la condiciónestructural que posee cada sujeto es lo que puede generar la “otredad”, la condición misma de ciudadanoo migrante, originario y extranjero, a veces la edad, el sexo, la religión, la posición en relación alsistema de producción económica, el color de la piel y muchas características más son tomadas encuenta para poder emplazarnos a nosotros mismos y por ende a los otros. La adscripción también esdinámica, se está moviendo, cambiando, reelaborando de acuerdo a la interacción con otros sujetos, yello supone estrategias, tácticas, fingimientos, con base en los intereses de los sujetos mismos, tanto losde uno como los de “otro”, es una relación de ida y vuelta, que siempre supone ejercicios de poder. Eneste sentido, la auto y hetero adscripción están matizadas por dos grandes vertientes: la reivindicacióny el estigma, como aparentes polos opuestos que pueden estar interactuando a la vez como complementarioso contradictorios. Dichos caminos conducen a acciones distintas, y al mismo tiempo convergenen otras. Desde la reivindicación de distintos grupos étnicos y con el apoyo de los “otros” se han llegadoa articular movimientos políticos y sociales que pugnan por el respeto a las diferencias y por la inclusiónde los grupos étnicos. Asimismo existen otros movimientos que luchan más bien por la radicalizaciónde sus fronteras frente a la amenaza que constituye el de afuera, hasta llegar a prácticas absolutamentexenófobas, que caen en la estigmatización del otro, aquí es donde los caminos se juntan, y resultanmovimientos “proteccionistas” que luchan porque los grupos étnicos permanezcan “puros”, sin sercontaminados por otros grupos o por los efectos devastadores de la modernidad; o aquellas prácticastotalmente discriminatorias que hacen de los indígenas ciudadanos de segunda, en el mejor de los casos,o el enemigo declarado al que hay que exterminar o aniquilar, en el peor de los casos. En el fondo, tantola reivindicación como el estigma, trabajan la diferencia como desigualdad, ya que supone una diferenciaciónque a partir del reconocimiento de distintas características, emplaza a los sujetos en jerarquíasdistintas, a veces idealizadas y otras denostadas, pero el parámetro es la diferencia significada para unoy otro grupo. Cuando se habla de diferencia significada quiere decir que cada rasgo del otro está teñidopor múltiples construcciones culturales en donde los parámetros para calificar al otro, adquieren distintasconnotaciones dependiendo del contexto en el que se dé. De esta forma la relación planteada entreetnicidad y adscripción supone, por un lado, la auto y hetero percepción, y por otro, la interacción social,elementos que matizan la noción misma de adscripción.113