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Libertad para elegir:Cultura • Comunicación • Desarrollo Humano SustentableLos mestizos citadinos estigmatizaban la pertenencia étnica y el color de piel de los Oódham y la diferenciacultural del grupo étnico era utilizada como un criterio de exclusión social. En el marco de unentorno social hostil, la poca libertad que tenían los Oódham de realizar y decidir sobre sus manifestacionesculturales se redujo aún más. Situación a la que también contribuyó el círculo del trabajoasalariado mal remunerado en el que se encontraban los Oódham y que les dejaba poco tiempo pararealizar sus prácticas tradicionales. Tanto doña Alicia originaria de las Calenturas, como doña Herlindanacida en Sonoyta, comentan que la tradición Oódham sufrió un severo cambio. 56 En las ciudades, laadscripción étnica Oódham dejó de estar fundada en un modo de vida agrícola y en ciertas prácticassocioculturales y pasó a ser un proceso de carácter simbólico anclado en la historia de los antepasadosy la memoria de la vida comunitaria en los asentamientos del desierto, así como en la conciencia dellugar de origen y el territorio. 57No obstante, en la ciudad, algunas de las condiciones de vida del grupo étnico mejoraron. Los nivelesde desarrollo de los Oódham se incrementaron de manera selectiva en ciertos rubros, por lo menoshabía atención médica disponible y sus hijos podían asistir a la escuela. Con el tiempo, tuvieron acceso aalgunos de los servicios básicos de vivienda, como agua entubada, drenaje, electricidad. Sí hubo mejoríaen los niveles de desarrollo material, pero no fue resultado de la acción estatal dirigida específicamentea ellos como grupo étnico.5. Las políticas de la etnicidad del Instituto Nacional Indigenista(INI) y la Nación Oódham: “el resurgimiento de la adscripciónOódham” en contextos urbanosEn el último cuarto del siglo XX, la situación de los Oódham cambió con el establecimiento, en 1973, deuna matriz regional del INI en Caborca. El INI Caborca dirigió su labor principalmente con los Oódhamy su área de trabajo abarcaba el territorio tradicional del grupo étnico, desde Caborca y Pitiquito en elsur, hasta el Sasabe en el noreste y Sonoyta y san Luis Río Colorado en el noroeste. La política del INIen la región Oódham, si bien se basó en una percepción anacrónica y desfasada del grupo (los concebíatodavía como comunidades rurales), impulsó varios proyectos en dos grandes rubros:56 Alicia Choihua, entrevista personal, 14/05/2008. Herlinda Lizárraga Neblina, entrevista personal, 14/10/2007.57 Se siguieron realizando algunas prácticas culturales, entre ellas, las fiestas de san Francisco -en la comunidad de san Francisco y en el pueblo deMagdalena de Kino- y la fiesta del Wi:kita -en Quitovac-; pero ya no con la fastuosidad de antaño. Por otro lado, buena parte de los Oódham dePuerto Peñasco y Caborca conservaron parte de la propiedad de las tierras de sus comunidades. No obstante que ya no vivían ni trabajaban latierra, los Oódham eran dueños de los ejidos de las Norias y del Pozo Prieto y su anexo, las Calenturas, en el caso de los que vivía en la Ciudadde Caborca; y en el caso de los de Puerto Peñasco, algunos Oódham eran parte de ejido de Quitovac, que posteriormente (1980-1981) se convertiríaen comunidad indígena.166
Discriminación, jóvenes, migrantes e indígenas: libertadas coartadas1. Proyectos productivos que buscaban la mejoría económica del grupo étnico y que iban desdesubsidios para compra de ganado, hasta tiendas y apoyo para mejoría de vivienda y adquisiciónde inmuebles; 58 no obstante, ninguno de los proyectos devino en una fuente autogestiva deingreso. Y, por otra parte,2. Proyectos de rescate y conservación cultural, como la creación de un programa de radio indígenapara revitalizar la lengua (1980-1985), además de varios textos sobre leyendas Oódham yapoyo económico para la realización de las fiestas de san Francisco o la del Wi:kita. En el rubroconservación de la cultura tampoco se lograron los objetivos, la transmisión de ciertos saberesy la conservación de prácticas como la lengua y ciertas ceremonias ha sido muy precaria.No obstante, el INI revitalizó la etnicidad como reivindicación política y su presencia reactivó formas deorganización social tradicional dentro del grupo étnico que ya habían caído en desuso, pues en los proyectosno sólo se trabajaba con las autoridades agrarias de los asentamientos, sino también con las viejasautoridades tradicionales. El INI, al orientar su trabajo con base en los asentamientos de origen de losOódham que vivían en la ciudad, de facto recreaba la idea de las comunidades con un fuerte sustentoterritorial y de parentesco. Las comunidades y el territorio Oódham no sólo se significaban como espaciosgeográficos, sino también como referentes y articuladores revitalizados de la historia y vida socialOódham, por lo menos en lo concerniente a conservar parte de la vieja zona tradicional Oódham. Noobstante, el INI no fue capaz de dar solución a la recuperación de las tierras invadidas y apropiadas porlos rancheros y mestizos. El criterio de reconocimiento que empleaba esta institución federal era lacomunidad de origen en el desierto y los grupos familiares que a determinada localidad se asociaban.Por otra parte, conforme transcurrió el tiempo, también se incorporaron las nuevas generaciones delgrupo étnico, que eran los hijos de los Oódham originarios de los asentamientos del desierto, pero aellos ya les había tocado nacer en la ciudad. Estas nuevas generaciones fueron menos activas en susreivindicaciones étnicas.58 El INI impulsó créditos para la adquisición y cría de ganado en 1985 y en 1990 con gente originaria del Pozo Prieto y las Calenturas que vivía enCaborca; de proyectos similares también se vieron beneficiadas personas originarias de san Francisquito, el Cubabi y el Cumartio. En Sonoyta,entre 96-98, el INI apoyó el establecimiento de una tienda abarrotera entre las mujeres Oódham. En Puerto Peñasco apoyaron a miembros delgrupo étnico para la compra de un terreno y lanchas para pesca.167
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