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La Cultura y la Libertad para elegirNo hay cuarto de vecindad, o casa de la Ciudad de México que no tenga esta constelación de “recuerdos”,puntos tangibles de un patrimonio intangible que le otorga sentido al sitio primario que construyeel psiquismo de cada mexicano. Este sitio de patrimonio cultural primario es el que protege, en muchoscasos, de una vida pública amenazante por alguna razón. Cuando esta protección no existe, cuando laviolencia o la inseguridad pública se ven reflejadas en este sitio de cultura primaria, puede advenir laneurosis o la psicosis en la que la mujer o el hombre no pueden ya separarse de la vigilancia o la violenciadel entorno. La persona tiene que estar defendiéndose constantemente y, en consecuencia, puedellegar a reproducir esa violencia en el seno de su vida privada. Entonces se pierde la frontera entre lavida privada, protectora, y la vida pública, expuesta a la violencia. Si los niños crecen sin esa protección,sobretodo en sus primeros años, es posible que los efectos epigenéticos 20 lo predispongan a seguir esamisma pauta. Se sabe que un niño o niña golpeados, tendrán tendencia a ser un padre o una madregolpeadores, un niño violado a ser un hombre y un padre violador, una niña a quien se niega el derechode tener conciencia de sí misma, es probable que sea una madre que niega la vida psíquica y afectivade sus hijos.Así, el patrimonio cultural primario, o sea, todos los objetos, retratos, fotografías, recuerdos, mueblesque remiten a un significado de pertenencia a un mundo privado protector, favorecen que las niñas ylos niños crezcan con un sentido de ser propio. Crecerán con una pertenencia a un pequeño mundode familiares y parientes, de escuela, colonia o vecindad, de feligresía religiosa o de grupo étnico. Estepatrimonio cultural es contextual y asociativo, remite a los hilos que le otorgan identidad a la persona.La estabilidad de lugar de residencia, de territorio geográfico, de grupo familiar, contribuye a la creaciónde este patrimonio primario. Las grandes mudanzas actuales, tanto a través de la migración territorialcomo del ascenso o descenso de clase social, la desterritorialización cultural por la omnipresencia delos medios, el cine y ahora el Internet, llevan a diluir las fronteras de este ecosistema primario. Cuandoeso ocurre, lo que constatan los estudios es que, sobretodo los jóvenes, buscan pertenecer o creargrupos patrimoniales alternativos.En décadas anteriores se hacía notar en la Ciudad de México, como en la mayoría de las grandes ciudadesdel mundo, que los jóvenes se agrupaban en “bandas” que creaban sus propios códigos de pertenenciay conducta. Hoy esas bandas se han vuelto más visibles a través de los grupos “Cholos”, “Dark” “Eskatos”o “Mazahuacholoskatopunk” 21 y tantos otros. Abreviando la discusión de estos grupos, para efectos deeste capítulo, basta señalar que, con el tiempo, cuando sus integrantes acceden a otros circuitos depertenencia en sus centros de trabajo o de sociedad, se dejan atrás estos grupos juveniles. Cuando nohay este acceso al trabajo, en cambio, tienden a perpetuarse y a acentuarse los perfiles más riesgosos,llegando entonces a la delincuencia y el narcotráfico.20 Se llama epigenética al estudio de los procesos sociales que modelan el desarrollo biofísico y, en especial, neuronal, a través del cual se adquierenhábitos de comportamiento que pueden llegar a sobredeterminar la herencia genética de las personas.29