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PNUD • Libertad para elegir - Programa de las Naciones Unidas ...

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Opciones culturales en los medios y el internetcarácter permisionado: el Canal Once <strong>de</strong> Televisión que pertenece al Instituto Politécnico Nacional. Los<strong>de</strong> carácter concesionado son el 2, 4, 5 y 9 que correspon<strong>de</strong>n a Televisa, el 7, el 13 y el 40 que pertenecena TV Azteca; el 22 adscrito al Consejo Nacional <strong>para</strong> la Cultura y <strong>las</strong> Artes (Conaculta) y a la Secretaría <strong>de</strong>Educación Pública (SEP) y el 28, <strong>de</strong>nominado Ca<strong>de</strong>na tres, que forma parte <strong>de</strong>l Grupo Imagen. Aunquetambién se pue<strong>de</strong> captar la señal <strong>de</strong>l canal 34, que pertenece al Sistema <strong>de</strong> Radio y Televisión Mexiquense.De todos ellos sólo el canal 4 tiene un cierto enfoque en su programación <strong>de</strong> carácter metropolitanoy el Instituto Mexicano <strong>de</strong> la Radio cuenta con una frecuencia <strong>de</strong>nominada Radio ciudadana (660 AM)en la cual se transmiten programas propuestos por ciudadanos, aunque <strong>de</strong> manera acotada, por citar sólodos ejemplos sobresalientes. Pero como vemos, ninguna <strong>de</strong> <strong>las</strong> frecuencias pertenece al Gobierno <strong>de</strong>lDistrito Fe<strong>de</strong>ral, a pesar <strong>de</strong> que estos medios, siguen siendo los más utilizados por la mayoría <strong>de</strong> la población.Tampoco existen indicadores <strong>de</strong> prácticas, apreciación y consumo cultural <strong>de</strong> los ciudadanos con respectoa la radio y la televisión, ni <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas ciudadanas que existen en torno a ellos. No sólo con respectoa su programación, sino con respecto a su uso, individual o colectivo, tomando en cuenta a los diferentesgrupos socioculturales que habitan en distintas zonas <strong>de</strong> la ciudad. Faltan también estudios <strong>de</strong> recepción,en los que se puedan medir no sólo <strong>las</strong> preferencias <strong>de</strong> los usuarios <strong>de</strong> los servicios comunicativos, sinocómo se han apropiado <strong>de</strong> sus contenidos simbólicos, cómo los han afectado y cuáles son sus necesida<strong>de</strong>sreales en tanto ciudadanos <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong>l país.Es importante en este sentido, modificar la visión que durante muchos años ha prevalecido en diversasinstancias públicas y privadas <strong>de</strong>l sector, que conciben a la radio y a la televisión sólo como medios <strong>de</strong>entretenimiento, o bien, como medios <strong>de</strong> una difusión cultural acotada, que no correspon<strong>de</strong> a <strong>las</strong> variadasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una ciudadanía que es culturalmente mucho más diversa y plural.Y sobre todo, tomar en cuenta que el ejercicio <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra comunicación, es <strong>de</strong>cir, en la que hayauna interacción <strong>de</strong> mensajes que, mediante el establecimiento <strong>de</strong> códigos comunes puedan ser comprendidospor quien(es) los emite(n) y quienes los recibe(n), es una condición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia ciudadana.No pue<strong>de</strong> haber ciudadanos activos y responsables si no tienen sus <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s garantizados,si no están informados y no tienen posibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> interpretar los mensajes <strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>nsobre los temas que conciernen a la ciudad, <strong>para</strong> adoptar una postura ante ellos que consienta la apertura<strong>de</strong> espacios mediáticos en los que el diálogo y la contrapropuesta sean un ejercicio <strong>de</strong>mocrático constante.Es en este sentido que “conviene estimular la multiplicación <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>las</strong> más tradicionales, (...) hasta <strong>las</strong> más mo<strong>de</strong>rnas, como <strong>las</strong> radios y televisioneslocales” y pre<strong>para</strong>rse <strong>para</strong> recibir <strong>de</strong> manera permanente, en forma y en fondo, <strong>las</strong> exigencias que unaciudadanía <strong>de</strong>mocrática (aún en proceso) como la nuestra, requiere en torno a la radiodifusión. Ya que sino se tienen resueltas <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> la radio y la televisión que son los medios primarios sobre losque se erige la base estructural <strong>de</strong> todos los medios electrónicos, menos estará pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> aten<strong>de</strong>ra <strong>las</strong> <strong>de</strong> la vertiginosa evolución <strong>de</strong> los nuevos dispositivos tecnológicos.195

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