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Anatomía Clínica - Pró 1ª

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Cabeza 291<br />

porción superior y una porción inferior, y un ramo<br />

comunicante con el nervio coclear (ramo comunicante<br />

coclear).<br />

Porción superior<br />

La porción superior del ganglio vestibular está formada<br />

por el nervio utriculoampular, el nervio utricular,<br />

el nervio ampular anterior, el nervio ampular lateral. El<br />

nervio utriculoampular está formado por fibras provenientes<br />

de la mácula del utrículo y de la creasta ampular<br />

de los conductos semicirculares anterior y lateral. El nervio<br />

utricular está formado por fibras provenientes de la<br />

mácula del utrículo. Los nervios ampulares anterior y<br />

lateral están formados por fibras provenientes de la<br />

cresta ampular de los conductos semicirculares anterior y<br />

lateral, respectivamente.<br />

Porción inferior<br />

La porción inferior del ganglio vestibular está formada<br />

por los nervios ampular posterior y sacular. El<br />

primero está formado por fibras provenientse de la cresta<br />

ampular del conducto semicircular posterior, y el<br />

segundo está formado por fibras originadas en la mácula<br />

del sáculo.<br />

Nervio coclear<br />

Este nervio está constituido por un conjunto de<br />

fibras que pasan desde la cóclea al ganglio coclear<br />

[de Corti]. Este último se ubica en el conducto espiral y<br />

está formado por células bipolares. Los axones aferentes<br />

de estas células traen la información del órgano<br />

espiral [de Corti] y recorren los conductillos de la lámina<br />

espiral. Los axones eferentes de las neuronas bipolares<br />

forman las fibras del nervio coclear, que se va a<br />

unir al nervio vestibular para conformar el nervio vestibulococlear.<br />

Trayecto y relaciones del nervio<br />

vestibulococlear<br />

Los nervios vestibular y coclear se unen a nivel del<br />

orificio auditivo interno para formar el nervio vestibulococlear.<br />

A este nivel el nervio está relacionado en<br />

dirección superior con los nervios facial e intermedio<br />

y la arteria laberíntica. Desde el orificio auditivo<br />

interno el nervio vestibulococlear adopta un trayecto en<br />

dirección medial e inferior, pasando por el ángulo pontocerebeloso,<br />

hasta alcanzar la cara lateral de la médula<br />

oblongada. A nivel del ángulo pontocerebeloso, el NC<br />

VIII se relaciona en dirección inferior con los NC IX, X<br />

y XI, el clivus, la sincondrosis petrooccipital y el seno<br />

petroso inferior. En dirección superior está relacionado<br />

con el NC VII e intermedio. A nivel de la cara lateral<br />

de la médula oblongada, el NC VIII se encuentra<br />

en dirección lateral y posterior a las raíces del nervio<br />

facial. El nervio vestibulococlear termina en una raíz<br />

medial o vestibular y una raíz lateral o coclear. Cada<br />

una de estas raíces ingresa en el tronco encefálico para<br />

dirigirse y terminar en los núcleos vestibulares y<br />

cocleares, respectivamente.<br />

Lesiones del nervio vestibulococlear<br />

Las lesiones del nervio coclear producen tinnitus o acúfenos<br />

y disminución de la agudeza auditiva. La lesión del<br />

nervio vestibular trae alteraciones del equilibrio y de la<br />

orientación espacial.<br />

Neurinoma del acústico<br />

Es el tumor más frecuente del ángulo pontocerebeloso<br />

(90%), seguido por meningiomas, quistes aracnoideos<br />

y neurinomas del nervio facial. Histológicamente es un<br />

schwannoma de crecimiento lento, que se origina dentro<br />

del conducto auditivo interno a partir del nervio vestibular<br />

del VIII NC. Puede seguir dos patrones histológicos diferentes:<br />

tipo A de Antoni o compacto y tipo B de Antoni más<br />

laxo y reticular. Suelen ser esporádicos o hereditarios como<br />

en la neurofibromatosis tipo 2.<br />

La clínica varía según el tamaño del tumor. Inicialmente,<br />

en la fase intracanalicular, el paciente presenta<br />

hipoacusia neurosensorial unilateral (95%) progresiva,<br />

con alteración de la inteligibilidad (disociación tonal-verbal),<br />

sin reclutamiento y con adaptación patológica en<br />

las pruebas supraliminales. Se agregan también la presencia<br />

de acúfenos unilaterales (70%), síntomas vestibulares<br />

(60%) como inestabilidad y en menor medida vértigo.<br />

En la fase cisternal, el tumor ocupa el ángulo pontocerebeloso<br />

sin comprimir el tronco encefálico. Afecta<br />

otros nervios craneales como los NC V, VII, IX, XI, XII.<br />

En la fase compresiva el tumor comprime el tronco<br />

encefálico y el cerebelo generando hipertensión intracraneal<br />

y síndrome cerebeloso.<br />

El método de diagnóstico de elección es la resonancia<br />

magnética (RM) con gadolinio.<br />

Traumatismos de la porción petrosa del<br />

hueso temporal<br />

Las fracturas de la porción petrosa del hueso temporal<br />

son las fracturas más frecuentes de la base de cráneo<br />

(45%), pero sólo se producen en el 3% de los traumatismos<br />

craneoencefálicos. Según su trayecto se las<br />

divide en longitudinales (70%), transversales (20%) y<br />

oblicuas.<br />

En las fracturas longitudinales, el eje de la fractura es<br />

paralelo al eje de la porción petrosa. Se afecta el techo del<br />

oído externo y del oído medio. <strong>Clínica</strong>mente se manifiesta<br />

con hipoacusia de transmisión por lesión timpanoosicular,<br />

otorragia, signo de Battle (equimosis retroauricular). Sólo el<br />

20% de los pacientes presentan parálisis facial. En la otoscopia<br />

puede haber desgarro timpánico con otorrea y un<br />

escalón en la pared del conducto auditivo externo.<br />

En las fracturas transversales el eje de la línea de<br />

fractura es perpendicular al eje de la porción petrosa. Lo<br />

que se afecta es el oído interno por lo que aparecen<br />

hipoacusia neurosensorial profunda, acúfenos y vértigo<br />

espontáneo intenso. En el 50% de los pacientes se asocia<br />

a parálisis facial. La otoscopia puede ser normal o<br />

podemos encontrar un hemotímpano.<br />

En las fracturas oblicuas, la línea de fractura puede<br />

afectar el conducto auditivo externo, el oído medio y/o

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