8SFH0s
8SFH0s
8SFH0s
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El mito tecnodeterminista<br />
En Mitologías, el semiólogo francés Roland Barthes (1999) dio cuenta de la relación existente entre las<br />
narrativas mitológicas y la configuración de la cultura. Para Barthes, los mitos cumplen la función de<br />
configurar “verdades-usos” que imposibilitan adentrarse al sentido complejo de los objetos –materiales<br />
y simbólicos- que son parte de las sociedades y culturas. Para el francés, los mitos refieren a “un modo<br />
de significación, de una forma” (Barthes, 1999, p. 108). Con ello, establece que el mito es el sentido<br />
asignado al referente, es la producción de sentido que lo establece como parte de una dimensión<br />
semiótica particular. El problema estriba, que este modo de significación opera por “deformación”<br />
(Barthes, 1999, p. 116). O, en otras palabras, como metalenguaje que resignifica el signo para<br />
introducirlo a una nueva trama de sentido. El mito es un sistema semiótico de segundo orden, y que,<br />
por lo demás, contiene una motivación que diseña los marcos de interrelación humana y de<br />
construcción de sentido entre sujetos y entorno. Por tanto, el mito debe entenderse como ejercicio<br />
político, pero que se proyecta como una realidad despolitizada para encubrir la motivación que lo<br />
produce (Barthes, 1999).<br />
Referirse al mito en estos términos permite establecer que en la construcción de los artefactos<br />
culturales y tecnológicos opera un metalenguaje que configura un sentido motivado y que encubre su<br />
politización. Si analizamos con detención los discursos que proliferan sobre las tecnologías de<br />
información y comunicación de la era digital, advertiríamos que éstas no tan sólo son un objeto creado<br />
gracias al ingenio de informáticos y programadores, son, también, parte de una narrativa mitológica<br />
que las instala en los marcos de comprensión socio-cultural como sistemas redentores de la humanidad.<br />
Lo anterior es una tema problemático, porque tal como señala Víctor Marí (2011), las visiones<br />
predominantes sobre las tecnologías de información y comunicación suelen ser un a priori respecto a su<br />
propio uso. Por tanto, el artefacto contiene una carga semántica mitificada que condiciona las<br />
percepciones de los usuarios respecto a sus usos, funciones e impactos en la vida personal y social.<br />
Los discursos hegemónicos que transitan en la órbita socio-cultural aluden al potencial que las<br />
tecnologías poseen en materia de promover y asegurar el desarrollo social. Empero, como señala muy<br />
lucidamente Mattelart (2002, 2003), este tipo de discursos obedecen a una idea de desarrollo basada en<br />
los principios de la mercantilización capitalista. Las tecnologías no son neutras, poseen cualidades<br />
políticas que representan formas específicas de poder (Winner, 2008).<br />
La sociedad de la información y el conocimiento es una etiqueta que ha servido como neutralizador de<br />
las motivaciones asociadas al mito tecnodeterminista. Las actuales condiciones de producción afianzan<br />
un modelo económico-cultural basado en las supra-producción de mercancías simbólicas, en la gestión<br />
del conocimiento y en la subsunción del trabajo inmaterial, generando nuevas brechas estructurales,<br />
innovadoras formas de acumulación de capital e insólitas maneras de control y subjetivación. En el<br />
fondo de este modelo de desarrollo prima una razón instrumental que hace uso de lo tecnológico como<br />
dispositivos de dominación de la población y de reproducción del orden dominante (Mattelart 2002).<br />
La razón instrumental, tal como señalara Horkeimer (1973), es siempre una razón cuyo fin es la<br />
dominación de la realidad. El mito tecnológico busca anular esta dimensión política que está inserta en<br />
la densidad del sentido de los artefactos tecnocomunicativos. El mito tecnológico ha deformado los<br />
atributos que estas tecnologías puedan presentar en el plano de la comunicación y la cultura para,<br />
justamente, la construcción de otras formas de concebir y habitar el mundo.<br />
133