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narrativa ficcional y en que incluso los temas que aluden a la globalidad social son vistos<br />

preferentemente desde el drama individual. Este es el imperio de la infoentretención. Por otro lado, y en<br />

especial la TV, convirtiendo sus ofertas programáticas en “noticias” y los cruces entre prensa escrita,<br />

radio, Internet y TV para tratarse unos a otros como material informativo. Aparte de ello, está la oferta<br />

segmentada de los canales de noticias por cable, donde existe una información que simula la vigencia de<br />

un periodismo orientador y formador de opinión y, también, el simulacro de “participación ciudadana”,<br />

a través de los instrumentos que ofrece el avance tecnológico. Es decir, la lógica es que cada segmento<br />

de demanda tenga su correspondiente producto para satisfacerla.<br />

El periodismo actual en sus tendencias predominantes está muy lejos de ser una causa o un apostolado. Se<br />

trata más bien de una operación informativa que le señala a sus consumidores lo que quieren oír, lo cual<br />

equivale a decir, en su reverso, que les da aquello que están dispuestos a creer. Tiene como base una<br />

hegemonía ideológica que se ofrece naturalizada, por la vía de desplazar lo político por lo económicoy<br />

lo social por lo individual, en su manifestación explícita y donde el único espacio en que puede<br />

sobrevivir un medio es el mercado. La naturalización de lo anterior hecha sentido común (Gramsci,<br />

1975), como operación ideológica, tiene la pretensión de dar por superado y resuelto el debate acerca de<br />

cómo y quiénes debieran financiar y realizar la producción de contenidos informativos y periodísticos en<br />

la sociedad, ¿debiera descartarse la posibilidad de medios públicos? ¿O la posibilidad de medios sin<br />

fines de lucro? ¿O la posibilidad de medios financiados por otros actores, sociales y/o políticos?<br />

¿Debiera descartarse la discusión sobre la relación publicidad/contenidos?¿Debiera descartarse la<br />

discusión sobre la regulación de las condiciones laborales de los periodistas para garantizar mínimos<br />

derechos?¿Debiera descartarse la discusión sobre la presencia creciente de información comercial<br />

trasvestida y enmascarada como información pura y simple?<br />

Referencias Bibliográficas<br />

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N° 20. Centro de Investigaciones Sociales, Universidad ARCIS,<br />

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Baudrillard, J. (1993), La ilusión del fin. La huelga de los acontecimientos. Barcelona: Anagrama.<br />

Bofill, C. (1993),“La historia oficial del nuevo Qué Pasa”. Cuadernos de Información, 8, P. Universidad<br />

Católica de Chile.<br />

Bourdieu, P. (1995), Sobre la televisión. Barcelona: Anagrama.<br />

Charnley, M. (1971), Periodismo informativo.Buenos Aires:Troquel.<br />

Christians, C.; Glasser, T.; Mc Quail,D.; Nordenstreng, K. & White, R. (2009).Normative theories of the<br />

media: journalism in democratic societies, Urbana: University of Illinois Press.<br />

Gomis, L. (1991), Teoría del Periodismo. Como se forma el presente. Barcelona: Paidós.<br />

Gramsci, A. (1975), Cuadernos de la Cárcel. Los intelectuales y la organización de la cultura.<br />

México:Juan Pablos Editor.<br />

Habermas, J. (1981), Historia y crítica de la opinión pública. Barcelona:Gustavo Gili.<br />

Lipovetsky, G. (1996), La era del vacío. Barcelona: Anagrama.<br />

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