La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

FUENTES DE VARIABILIDAD Y TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA ADAPTACIÓN ADOPTIVA
pasado el menor en condiciones de privación (estimular, afectiva...) o de maltrato
mayor será el daño que provoque en el niño y la interferencia de estos factores con
la adaptación psicológica y familiar del menor.
EDAD ACTUAL DEL MENOR
La investigación sobre adopción no ha encontrado diferencias entre adoptados
y no adoptados hasta entrada la etapa escolar cuando son adoptados siendo bebés,
por lo que la edad de los adoptados en el momento de la recogida de información
ha sido una variable muy importante a la hora de interpretar las investigaciones
sobre la adaptación.
De hecho, las diferencia entre adoptados y no adoptados comienzan a emerger
hacia los 5-7 años lo que algunos autores explican porque esta es la edad a
la que el menor empieza a darse cuenta del significado de la adopción y de la
pérdida asociada a la misma (Brodzinsky, 1990; Brodzinsky, 1993; Brodzinsky y
cols., 1992; Smith y Brodzinsky, 1994). Estas diferencias anunciadas en la etapa
escolar no se consolidan en la mayoría de las investigaciones hasta que los adoptados
alcanzan la adolescencia (Brodzinsky y cols., 1986; Maughan y Pickles, 1990;
Rosenthal y Groze, 1994; Sharma y cols., 1996a; Verhulst y cols. 1990; Verhulst,
2000; Wierzbicki, 1993). Los tamaños del efecto para las diferencias entre adoptados
y no adoptados aumentan con la entrada en la adolescencia y sin embargo,
descienden de nuevo hacia los 16 años y hasta la vida adulta (Sharma y cols.,
1996a; Wierzbicki, 1993).
El hecho de que el aumento del riesgo de problemas en los menores sólo sea
visible para los adoptados que ya tienen entre doce y veinticinco años indica que
la expresión de los problemas de conducta puede estar relacionada con la edad del
adoptado mientras que no aumenta en los no adoptados (Verhulst, 2000; Verhulst
y cols., 1990). Algunos autores detacan que esta diferencia en la expresión de problemas
en función de la edad se da especialmente para los problemas de ansiedad
(Maughan y Pickles, 1990; Verhulst y cols., 1990) y de relación con los iguales
(Maughan y Pickles, 1990) incluso en menores que no han mostrado previamente
problemas de conducta.
También los estudios longitudinales han intentado determinar, si la diferencia
entre adoptados y no adoptados se evidencia en determinadas etapas de la vida
del adoptado (coincidiendo con determinados retos evolutivos o bien específicos o
bien más complicados para estos niños). Bohman y Sigvardson (1990) apuntan, por
el contrario, a que las diferencias que se dan en la infancia van disminuyendo con
la edad del menor hasta desaparecer entre los jóvenes adultos.
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