La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

del IMMF. Las tasas de respuesta han sido bastante elevadas (27,8% de la población
objeto de estudio) y podríamos decir que la implicación del colectivo con la investigación
ha sido ejemplar. En este sentido la motivación de los padres parece muy
alta habida cuenta del 56,7% de los padres que aportaron sus datos personales para
colaborar en futuros estudios relacionados con la misma temática. A pesar de que
el número de padres que contestaron fue alto el tamaño muestral no es suficiente
para estudiar con fiabilidad la variabilidad de las puntuaciones extremas, con lo
cual no podemos hacer estudios diferenciados del adoptado “medio” y el adoptado
“especialmente vulnerable”, que podrían ser útiles para el establecimiento de las
diferencias entre las experiencias normativas y las experiencias extremas en adopción
internacional (Borders y cols., 1998; Miller y cols., 2000).
Sin embargo, la mayor ventaja de este estudio puede representar también su
mayor peligro por la importancia que tienen en este tipo de metodologías los sesgos
de autoselección (Miller y cols., 2000). Los sentimientos de los padres durante
el proceso de adopción puede afectar su disponibilidad a participar en proyectos
de investigación, especialmente cuando están patrocinados por la
administración, dependiendo de cómo perciban el sistema de protección infantil
como de apoyo o no (Serbin, 1997). Este sesgo podría suponer que contestaran
sólo los padres más motivados, más implicados en las redes de apoyo o, por el
contrario, los más necesitados de orientación y apoyo sesgando en ambos casos
los resultados (Miller y cols., 2000). En el análisis de la representatividad de la
muestra encontramos algunos sesgos como, por ejemplo, la mayor tendencia a
responder de las familias monoparentales frente a las biparentales. Sin embargo,
no se encontraron diferencias con respecto a la edad, el país de adopción o la entidad
que tramitó la adopción.
b) Sesgo clínico
LA ADAPTACIÓN FAMILIAR EN ADOPCIÓN INTERNACIONAL
Son varios los autores que han encontrado cierto sesgo en los padres adoptantes
a considerar la conducta sus hijos adoptados como patológica y sus conductas
como graves (Ingersol, 1997; Mulcare y Aguinis, 1999; Warren, 1992) por lo
que la metodología del autoinforme de los padres en la recogida de datos también
podría estar sesgando nuestros resultados. Este dato debe hacernos valorar con cuidado
la relación entre estrés y problemas de conducta en el modelo porque, al igual
que los mayores problemas de conducta al inicio de la convivencia complican el
estrés que vive la familia, también puede darse que las familias más estresadas
tiendan a percibir la conducta de sus menores como más problemática y a estar
hipervigilantes con respecto a su conducta actual. Parte de estos sesgos podrían
reducirse observando directamente a los niños como hicieron Levy-Shiff y cols.
(1997) aunque la percepción de los padres sobre el proceso siempre será una variable
a evaluar.
353