La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

LA ADAPTACIÓN DE LOS MENORES EN ADOPCIÓN INTERNACIONAL
Otros estudios, para controlar al máximo las variables familiares comparan la
conducta de adoptados con grupos formados por sus propios hermanos, hijos biológicos
de sus padres adoptivos, sin tener en cuenta que este tipo de adopciones
configuran un tipo de familia muy específico y, como veremos más adelante, con
una problemática particular asociada, que no responde a la experiencia adoptiva
de la mayoría de los adoptados y sus familias de manera que es muy probable que
este tipo de investigaciones sobreestime el riesgo psicológico asociado a la adopción
(Barth y Brooks, 1997; Borders y cols., 1998).
Un tercer grupo de estudios ha querido comparar la adaptación psicológica de
los adoptados con aquellos menores que tuvieron un entorno inicial similar al suyo
pero que finalmente no fueron entregados en adopción y fueron criados por familias
ambiguas con respecto al deseo de tenerlos o bien ingresaron en el sistema de
protección de menores y fueron acogidos o criados en instituciones. El último epígrafe
de este capítulo se encarga de valorar específicamente los resultados de este
tipo de estudios.
d) La variabilidad de las puntuaciones
Haugaard (1998) intentando dar cuenta de la investigación previa sobre adopción
y sobre los resultados arrojados desde diversas perspectivas metodológicas
hipotetiza que las diferencias encontradas en la adaptación psicológica de adoptados
y no adoptados pueden deberse a las diferencias en la distribución de los problemas
psicológicos entre ambos grupos y propone tres modelos de distribuciones
de la problemática de los menores construídas teóricamente (Figura 1).
El primer modelo presupone que la adopción tiene una influencia negativa
general sobre la adaptación. Según este modelo, una o más características del proceso
de adopción o de crecer como un menor adoptado tendrían una influencia
negativa en el ajuste de todos los adoptados independientemente de otras variables.
De esta manera, la adaptación psicológica de los adoptados tendría una distribución
paralela a la de los no adoptados. Haciendo la simulación matemática,
un 7,3% de la muestra estaría dentro del rango clínico de problemas de adaptación
frente al 2,6% de los no adoptados.
El segundo modelo presupone que la adopción no comporta en sí ninguna
influencia ni positiva ni negativa en el ajuste de los menores pero que, en el grupo
de adopción, encontramos un subgrupo de niños con alguna característica especial,
determinada por otras variables, que afecta seriamente su adaptación. Los niños de
este subgrupo, más o menos numeroso, estarían seriamente afectados y, de media,
tendrían problemas clínicos. El autor propone dos gráficas diferenciales, en función
de si se determina que es el 10 o el 20 % del grupo de adopción el que comparte
esa característica. En el primer caso, un 7,4% de los menores estarían dentro del
rango clínico y en el segundo serían un 12,5% los que entrarían en esta categoría.
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