La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

Esta constelación de factores interrelacionados, unida a la importancia de la
integración escolar como vía de integración social, requiere una investigación específica
al respecto.
2.3.3. PROBLEMAS DE IDENTIDAD
Se especula comunmente que la resolución de la crisis de identidad en la adolescencia
es una tarea más compleja para los adoptados que para los no adoptados.
Si siguiéramos las etapas de la formación de identidad que propone Erickson
se podría predecir un mayor riesgo de resolución inadecuada en todas ellas, comenzando
por la etapa de seguridad/ inseguridad básica e incluyendo la etapa de identidad
de yo (Hoopes, 1990). Especialmente en la pubertad los adoptados tienen trabajo
adicional a la hora de construir su identidad por la necesidad de integrar el
conocimiento de sus orígenes en la percepción de su propia personalidad.
En una revisión de estudios anteriores, Kim y cols. (1999) apuntan a que los
adoptados internacionales han mostrado resultados muy favorables en casi todas
las áreas de desarrollo a excepción de los conflictos de identidad, lo que puede
hacer pensar que los adolescentes adoptados en el extranjero, especialmente los
interraciales pero no sólo ellos, experimentan procesos de construcción de la identidad
más intensos y complicados que los adoptados nacionales (Tizard, 1991).
AUTOESTIMA
LA ADAPTACIÓN FAMILIAR EN ADOPCIÓN INTERNACIONAL
A pesar de las hipótesis teóricas y clínicas sobre la construcción de la identidad
de los adoptados apuntan a que estos tendrían mayores problemas de autoestima
que los no adoptados, son pocos los estudios empíricos que avalan esta hipótesis.
Miller y cols., (2000) encuentran que los adoptados muestran entre los 10 y los 19
años menos autoestima y menos expectativas de futuro así como más distrés emocional
que los no adoptados, siendo las diferencias significativas pero los tamaños
del efecto muy moderados. Levy-Shiff (2001) y Borders, Penny y Portnoy (2000) también
encuentran mayores problemas de autoestima en los adultos adoptados.
Un gran número de estudios apuntan a que los menores adoptados no tienen
mayores problemas de autoestima que sus pares no adoptados (Stein y Hoopes,
1995; Fergusson y cols. 1995). Incluso algunas muestras de adoptados nacionales e
internacionales superan a la población normativa en cuanto a autoestima se refiere
(Benson, Sharma y Roehlkepartain, 1994, Groze, 1992; Palacios y Sánchez, 1996a;
Westhues y Cohen, 1997). Estas diferencias se dan cuando los adoptados lo han
sido a edades tempranas, tendiendo a desaparecer a medida que aumenta la edad
de adopción del menor (Palacios y Sánchez, 1996a).
Los resultados no parecen tan claros cuando se compara a los adoptados con
los hijos biológicos de sus padres adoptivos. Benson y cols. (1994) encuentran que
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