La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

CAPÍTULO 4
NUESTRO MODELO DE ADAPTACIÓN
INICIAL DE LA FAMILIA A LA ADOPCIÓN
INTERNACIONAL
4.1. ANTECEDENTES Y FUNDAMENTACIÓN DE NUESTRO MODELO
La enorme variabilidad de la experiencia adoptiva expuesta en el capítulo anterior
implica que la adjetivación de una familia como adoptiva, tan sólo informa de
la procedencia legal del lazo entre padres e hijos y quizás de la mayor presencia
de determinados riesgos o vulnerabilidades, pero no de la dinámica interna de la
familia ni de su respuesta concreta al reto de la adopción (Palacios, 1998). Podríamos
afirmar que “lo importante de una familia es su función y no su estructura” (del
Barrio,1998, p.40) de manera que cualquier estructura puede garantizar una buena
crianza siempre que cumpla con las funciones de asegurar el crecimiento, el desarrollo,
el bienestar y la integración social de sus miembros.
Durante demasiado tiempo la perspectiva del estudio de la adopción ha sido
patogénica o centrada en el déficit, perspectiva que ha resultado inadecuada tanto
para la investigación como para la práctica profesional (Bartholet, 1993; Borders y
cols., 1998; Miall, 1996). Ya se ha observado con anterioridad que la adopción es
un recurso muy positivo para los niños cuando lo comparamos con la institucionalización
o con la permanencia en contextos familiares negligentes y que, ante un
riesgo comparable en los menores, podemos encontrar familias que desarrollan los
cambios necesarios para la adaptación del sistema a su nueva función. Otras familias,
por el contrario, emprenden soluciones disfuncionales que aumentan el grado
de estrés y no logran superar el reto de la adaptación (Berástegui, 2003b).
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