La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

RESULTADOS
no existiendo ninguna diferencia entre los que adoptan por motivos preferenciales
(X =11,29) y el resto de los grupos.
Las familias que muestran mayor estrés derivado de las dificultades entre hermanos
son las que adoptaron por motivos preferenciales (X =1,84) que se diferencian
significativamente de las adopciones monoparentales (X =0,36; U=177,5; p=0,007).
Las familias que tuvieron más estrés derivado del aumento de trabajo en el
hogar fueron las que adoptaron por motivos tradicionales (X =3,79) que se diferencian
significativamente de las que lo hicieron como vía para ser madre soltera
(X =2,96; U=958; p=0,032).
Por último, las familias que adoptaron como vía para ser madre soltera así como
las preferenciales vivieron con la misma intensidad la adopción como un estigma
social (X =1,52) aunque sólo las preferenciales mostraron diferencias significativas con
las familias que adoptaron por motivos tradicionales (X =0,94; U=791; p=0,006).
Por otro lado, la propia estructura de los datos hace que surjan diferencias en
el estrés derivado de la monoparentalidad, siendo las familias que adoptan por
monoparentalidad las que más lo sufren; estrés derivado de la infertilidad, siendo
las familias que adoptan por motivos tradicionales (fundamentalmente infertilidad)
las que más lo sufren y desequilibrio en la aceptación de los miembros de la pareja,
siendo las familias en las que no existe pareja (las monoparentales) las que menos
lo sufren.
Encontramos también diferencias aisladas (U de Mann-Whitney) en las dificultades
de inserción social y escolar del menor de manera que los adoptantes preferenciales
(X =5,42) manifiestan mayor estrés que los monoparentales (X =2,92;
U=1876; p=0,037).
FORMACIÓN PREADOPTIVA
No parece que la formación de los padres tenga ninguna relación significativa
con el estrés (Tabla 114, anexo III). Tan sólo encontramos diferencias significativas
aislasdas (U de Mann-Witney) en el estrés derivado de las dificultades entre hermanos
entre los que no recibieron ninguna formación (X =1,12) y los que se formaron
en el IMMF (X =0,55; U=317 p=0,028)
IDONEIDAD
No existen diferencias en el estrés familiar entre los que fueron evaluados psicosocialmente
por los técnicos del IMMF y los que lo fueron por el TIPAI (Tabla
115; anexo III) salvo en el estrés derivado del cuidado de un menor con necesidades
especiales en el que observamos que los que fueron evaluados por el TIPAI
(X =1,07) manifiestan mayor estrés que los que lo fueron por los técnicos del IMMF
(X =0,31; U=2416; p=0,018).
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