La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

CONCLUSIONES
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de ellos considera este hecho una dificultad grave; un 29,9% se ha sentido
defraudado y engañado en el proceso de adopción y el 26,4% de ellas lo
han considerado grave; un 26,8% piensan que no tienen información imprescindible
para comprender a su hijo y el 22,8% de ellas lo viven como grave;
un 55,5% piensa que la ficha de preasignación era insuficiente para conocer
el estado de su hijo y un 19,8% lo considera grave y, por último, un 10,4%
piensa que se les ha hecho tomar algunas decisiones muy precipitadamente
durante el proceso de adopción y un 17,3% de ellas lo considera grave.
Especial relevancia cobra en este punto la falta de información que ha sido
considerada una variable de riesgo muy importante para la ruptura de la
adopción por lo que el estudio de esta fuente de estrés en las dinámicas de
la adaptación será especialmente relevante.
5. Las dificultades de inserción cultural (X =0,63). En toda adopción internacional
p
se prevee una fase inicial de deculturación o transplante (Adroher y Berástegui,
2000) en la que el niño tendrá que aprender las rutinas de su nuevo
modo de vida y los límites del nuevo entorno cultural en el que le ha tocado
vivir. Dentro de este aprendizaje, el aprendizaje de la lengua cobra una
relevancia fundamental. Las dificultades en este aspecto aparecen en un
43,9% de las familias pero sólo se considera grave en un 4,3% de ellas.
6. El estigma asociado a la adopción (X =0,38). A pesar de ser considerado un fac-
p
tor fundamental dentro de los estudios teóricos sobre adopción, menos de
un 20% de las familias de nuestra muestra ha vivido episodios de racismo
y xenofobia o se ha sentido mirada por la calle cuando va con su hijo y,
además, la mayor parte de ellos han considerado estos episodios como poco
graves (3,0 y 4,3% de las familias lo consideran dificultades leves y ninguna
de ellas grave). Aún menor es el porcentaje de familias que ha vivido
rechazos por parte de familiares o amigos cercanos por causa de la adopción
que no llega a darse en un 15% de las familias, datos similares a los
aportados por Amorós (1987) o por Fuentes y cols. (2000) en muestra de
adopción nacional. A pesar del cambio que se ha vivido en la última década
en la imagen social de la adopción, los adoptantes aún tienen que hacer
frente a ciertos rechazos que, sin embargo, sólo han supuesto un problema
grave en un 1,2% de las familias.
7. Las dificultades entre hermanos (X =0,35). Las dificultades entre hermanos no
p
sólo se pueden dar en las familias que ya tenían hijos de manera previa a
la adopción sino también en las familias que adoptaban más de un menor
que, en total, suponen un 49,1% de la muestra. Sin embargo, los problemas
de celos o peleas entre hermanos aparecen tan sólo en un 29,9% de las familias
y el aumento de problemas en el resto de los hijos se da en un 14,6%.
Estos problemas mayoritariamente no son considerados graves (de un 0,6 a
un 3,7% de los padres consideran estos problemas graves).