La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

CONCLUSIONES
La no aceptación de la infertilidad también dificulta la adaptación familiar como
ha sido destacado por la literatura sobre adopción (Brodzinsky y cols., 1995; Kirk,
1964; Schmidt y cols., 1988). A pesar de ser una de las fuentes de estrés menos presentes
en la muestra de adopción internacional, será fundamental a la hora de valorar
la idoneidad de las familias que no pueden concebir o llevar a término un embarazo.
Asegurarse de que la familia ha hecho el duelo por el hijo biológico es
prioritario ya que, si no es así, la inadaptación familiar y de pareja previa a la llegada
del menor se intensificará por la incapacidad del menor de dar solución a la
frustración de la familia (Pheat, 1995).
También es destacable que ni la monoparentalidad ni el aumento del trabajo
en casa ni el estigma asociado a la adopción se relacionaron con la percepción de
la adaptación familiar.
H.2.1. La relación entre el estrés y la adaptación familiar está,
en parte, mediada por las expectativas de adaptación
de manera que el estrés disminuye las expectativas
de adaptación y unas bajas expectativas inciden
negativamente en la adaptación familiar
En el modelo se confirma la hipótesis de que el estrés tiene un efecto negativo
sobre la evaluación cognitiva del proceso y daría cuenta de un 62,41% de su
varianza. Adicionalmente, la evaluación cognitiva tiene un efecto positivo sobre la
adaptación familiar que explica un 18,49% de la varianza de la adaptación. En conjunto,
el efecto indirecto que el estrés tiene sobre la adaptación mediado por la evaluación
de la situación explica un 11,54% de la varianza de la adaptación, porcentaje
mayor que el explicado por el efecto directo del estrés sobre esta variable. Este
dato es, quizás, uno de los más relevantes aportados por nuestro modelo.
Las fuentes de estrés que afectan más negativamente a las expectativas de control
y la confirmación de expectativas previas son, en distintos grados, las mismas
que se vinculan con la inadaptación familiar (problemas de vinculación, necesidades
especiales del menor, problemas escolares, dificultades de inserción cultural o
no aceptación de la infertilidad) por lo que, en parte, estas fuentes de estrés influyen
en la adaptación porque no eran esperables para la familias y no se sienten
capaces de controlarlas. Las dificultades de vinculación son, además, la única fuente
de estrés que disminuye la capacidad de los padres de restructurar cognitivamente
la situación. Podría ser que, para las familias que adoptan internacionalmente,
todos los problemas resulten afrontables mientras que lo central, el
establecimiento del vínculo, esté presente. Por ello, para las familias en las que la
relación afectiva con el menor tarda en construirse, la capacidad para reinterpretar
los problemas en términos positivos se ve mermada y, con ella, su capacidad de
afrontamiento y su nivel de adaptación.
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