La adaptación familiar en adopción internacional: - Share ...

PRÓLOGO
tendimiento de su porvenir. Y sin embargo, incluso en países donde la calidad de
vida o el bienestar social son ínfimos, nuestros colegas siguen preocupados por
saber “cómo están los niños”. No pocos de ellos estudiarán con detenimiento esta
investigación que contesta algunas cuestiones de esa pregunta fundamental.
También se hacen la misma pregunta los profesionales que intervienen en las
primeras fases del proceso: los trabajadores sociales y psicólogos que participan en
la preparación de las familias y la valoración psicosocial de los candidatos. ¿Cómo
están los niños? ¿Cómo es su adaptación familiar? ¿Cómo se desenvuelve la familia
en la atención a las necesidades del nuevo miembro? En los encuentros técnicos
se plantea insistentemente el deseo de recibir algo de feedback que permita evaluar
esta parte del proceso.
Debemos entender lo mejor posible qué necesidades tendrán los niños adoptados
y las familias adoptivas, especialmente para poner a su disposición recursos de orientación
y apoyo. Debe aclararse que nos referimos a necesidades relacionadas con la
peculiaridad del proceso de vinculación entre adultos y menores que se produce en
la filiación adoptiva. Flaco favor haríamos a la institución adoptiva si transmitiéramos
la concepción de que, por el hecho de serlo, la familia adoptiva es acreedora de prestaciones,
derechos o privilegios distintos al resto de la población. Aumentar nuestro
conocimiento sobre las necesidades de las personas adoptadas no sólo permitirá diseñar
y desarrollar programas de apoyo post adoptivos, sino también reorientar el conjunto
del proceso. ¿Qué formación previa en el proceso puede proporcionarse a los
padres para que sean conscientes de las implicaciones de su proyecto y descubran sus
puntos fuertes y débiles? ¿Qué variables fundamentales deben contemplarse en la
valoración psicosocial necesaria para la acreditación de la idoneidad? ¿Qué factores
de riesgo y qué factores de protección pueden identificarse en el núcleo familiar antes
de la incorporación efectiva de un niño? ¿Qué proceso de preparación próxima puede
mejorar el encuentro inicial entre niño y adultos? ¿Qué orientaciones pueden ofrecerse
tanto para el encuentro como para la adaptación inicial? ¿Cómo graduar la intensidad
de seguimiento y apoyo a la familia que se está constituyendo tras la adopción?
Pese a la ingenuidad o superficialidad con la que a veces es considerada, la
adopción es una medida de protección extraordinariamente grave, por lo que supone
de drástica extinción de la relación de un niño con su familia y su entorno de
origen. Desde los años sesenta se ha ido edificando trabajosamente un marco jurídico
internacional que pretende reservar la adopción para las situaciones de desamparo
en las que el derecho a crecer en una familia sólo puede garantizarse a través
de una medida de sustitución familiar definitiva e irrevocable, tras haber
descartado otras alternativas en el propio entorno.
Por difícil que sea de explicar para el gran público, la controversia en torno a
los pros y contras de la adopción internacional es enormemente compleja. Con frecuencia
los profesionales nos irritamos debido a la banalización con que es presentada
por los medios de comunicación, o la ligereza de algunos planteamientos
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