Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net
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siempre se encuentra a alguien capaz de comprender las razones<br />
ajenas, incluso las de aquellos que, por mudez de naturaleza, o<br />
insuficiencia de vocabulario, no supieron o no les llegó la lengua para<br />
explicarlas, No era necesario pegarle, padre, sólo estaba curioseando,<br />
dijo Marta. Lo más seguro es que el propio Cipriano Algor no haya<br />
querido hacerle daño al perro, le salió así por la fuerza del instinto,<br />
que, al contrario de lo que generalmente se piensa, los seres humanos<br />
todavía no han perdido ni están cerca de perder. Convive éste pared<br />
con pared con la inteligencia, pero es infinitamente más rápido que<br />
ella, por eso la pobrecilla queda tantas veces en ridículo y es desairada<br />
en tantas ocasiones, es lo que ha sucedido en este caso, el alfarero<br />
reaccionó al miedo de ver destruido lo que tanto esfuerz o le había<br />
costado de la misma manera que la leona a la ansiedad de ver en<br />
peligro a su cría. No todos los creadores se distraen de sus criaturas,<br />
sean éstas cachorros o muñecos de barro, no todos se van y dejan en<br />
su lugar la inconstancia de un céfiro que sopla de vez en cuando, como<br />
si nosotros no tuviésemos esta necesidad de crecer, de ir al horno, de<br />
saber quiénes somos. Cipriano Algor llamó al perro, Ven aquí,<br />
Encontrado, ven aquí, de hecho no hay quien consiga comprender a<br />
estos bichos, pegan y en seguida van a acariciar a quienes han<br />
pegado, les pegan y en seguida van a besar la mano que les ha<br />
pegado, es posible que todo esto no sea nada más que una<br />
consecuencia de los problemas que venimos teniendo, desde el remoto<br />
comienzo de los tiempos, para entendernos unos a otros, nosotros, los<br />
perros, nosotros, los humanos. Encontrado ya se ha olvidado del<br />
manotazo recibido, pero el dueño no, el dueño tiene memoria, lo<br />
olvidará mañana o dentro de una hora, pero por el momento no<br />
puede, en casos así la memoria es como aquel toque instantáneo de<br />
sol en la retina que deja una quemadura en la superficie, cosa leve, sin<br />
importancia, pero que molesta mientras dura, lo mejor será llamar al<br />
perro, decirle, Encontrado, ven aquí, y el perro irá, va siempre, si está<br />
lamiendo la mano que lo acaricia es porque ésa es la manera de besar<br />
de los perros, en poco tiempo desaparecerá la quemadura, la visión se<br />
normalizará, y será como si nada hubiera ocurrido.<br />
Cipriano Algor echó cuenta de la leña y la encontró poca. Durante años<br />
había andado complaciéndose en la idea de que habría de llegar la<br />
hora en que el viejo horno de leña sería derribado para que en su lugar<br />
surgiera un horno nuevo, de los modernos, de esos que trabajan con<br />
gas, capaces de ofrecer temperaturas altísimas, rápidos de calentar y<br />
de excelentes resultados en la cocción. En el fondo de sí mismo, sin<br />
embargo, intuía que nunca tal acabaría sucediendo, en primer lugar<br />
por el mucho dinero que la obra exigiría, fuera de su alcance, pero<br />
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