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Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

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acaba generando por sí mismo y en sí mismo, por pura necesidad, algo<br />

que, aunque esto pueda chocar a ciertas ortodoxias más sensibles,<br />

participa de la naturaleza de lo divino, También se distribuyen allí<br />

bienes espirituales, señor, Sí, y no se puede imaginar hasta qué punto<br />

los detractores del Centro, por cierto cada vez menos numerosos y<br />

cada vez menos combativos, están absolutamente ciegos para con el<br />

lado espiritual de nuestra actividad, cuando la verdad es que gracias a<br />

ella la vida adquiere un nuevo sentido para millones y millones de<br />

personas que andaban por ahí infelices, frustradas, desamparadas, es<br />

decir, se quiera o no se quiera, créame, esto no es obra de materia vil,<br />

sino de espíritu sublime, Sí señor, Mucho me complace decirle, señor<br />

Algor, que encontré en su persona a alguien con quien, incluso en<br />

situaciones difíciles como la de ahora, siempre resulta satisfactorio<br />

hablar de estas y otras cuestiones serias que me tomo muy a pecho<br />

por la dimensión trascendente que, de algún modo, añaden a mi<br />

trabajo, espero que a partir de su próxima mudanza al Centro nos<br />

podamos ver otras veces y sigamos intercambiando ideas, Yo también,<br />

señor, Buenas tardes, Buenas tardes. Cipriano Algor colgó el teléfono y<br />

miró a su hija. Marta estaba sentada, con las manos en el regazo,<br />

como si de súbito hubiera necesitado proteger la primera y todavía<br />

apenas perceptible redondez del vientre. Dejan de comprar, preguntó,<br />

Sí, hicieron un sondeo entre los clientes y el resultado salió negativo, Y<br />

no comprarán siquiera los trescientos muñecos que están en el horno,<br />

No. Marta se levantó, fue hasta la puerta de la cocina, miró la lluvia<br />

que no paraba de caer, y desde allí, volviendo un poco la cabeza,<br />

preguntó, No tiene nada que decirme, Sí, respondió el padre, Entonces<br />

hable, soy toda oídos. Cipriano Algor se apoyó en el quicio de la<br />

puerta, respiró hondo, después arrancó, No estaba desprevenido, sabía<br />

que esto podría suceder, fue uno de los propios subjefes del<br />

departamento quien me dijo que iban a hacer un sondeo para valorar<br />

la disposición de los clientes hacia las figurillas, lo más probable es que<br />

la idea haya nacido del propio jefe, Luego estuve engañada estos tres<br />

días, engañada por usted, mi padre, soñando con una alfarería en<br />

funcionamiento, imaginándonos saliendo del Centro por la mañana<br />

temprano, llegar aquí y arremangarnos, respirar el olor del barro,<br />

trabajar a su lado, tener a Marcial conmigo en los días de descanso, No<br />

quise que sufrieras, Estoy sufriendo dos veces, su buena intención no<br />

me ahorró nada, Te pido perdón, Y, por favor, no pierda el tiempo<br />

pidiéndome que le perdone, sabe bien que siempre le perdonaré, haga<br />

lo que haga, Si la decisión fuese al contrario, si el Centro hubiera<br />

decidido comprar los muñecos, nunca llegarías a conocer el riesgo que<br />

corrimos, Ahora ya no es un riesgo, es una realidad, Tenemos la casa,<br />

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