Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net
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hacer los moldes, trabajar en el moldeado, pintar, cargar y descargar<br />
el horno, me gustaría entregar el primer encargo antes de dejar vacías<br />
las baldas del almacén, no vaya a ser que el hombre cambie de ideas,<br />
Y qué vamos a hacer con esa loza, No te preocupes, ya me he puesto<br />
de acuerdo con Marcial, la dejo por ahí en medio del campo, en<br />
cualquier agujero, para que la aproveche cualquiera, Con tantas<br />
mudanzas, la mayor parte se romperá, Es lo más seguro. El perro vino<br />
y tocó con la nariz la mano de Marta, parecía estar pidiéndole que le<br />
explicase la nueva composición del conjunto familiar, como en algún<br />
tiempo se puso de moda decir. Marta le regañó, A ver cómo te portas<br />
de ahora en adelante, puedes estar seguro de que entre tú y el<br />
marido, escojo el marido. <strong>La</strong> última sombra del moral se recogía poco<br />
a poco para comenzar a hundirse en la sombra más profunda de la<br />
noche que se aproximaba. Cipriano Algor murmuró, Hay que tener<br />
cuidado con Marcial, lo que acaba de decir ha sido como una puñalada,<br />
y Marta respondió, también murmurando, Fue una puñalada, duele<br />
mucho. <strong>La</strong> lámpara de encima de la puerta se encendió. Marcial Gacho<br />
apareció en el umbral, había cambiado el uniforme por una ropa<br />
común, de estar en casa. El perro Encontrado lo miró con atención,<br />
con la cabeza alta avanzó unos pasos hacia él, después se estacó,<br />
expectante. Marcial se aproximó, Hacemos las paces, preguntó. <strong>La</strong><br />
nariz fría rozó levemente la cicatriz de la mano izquierda, Hacemos las<br />
paces. Dijo el alfarero, Mira qué razón tenía, a nuestro Encontrado no<br />
le gustan los uniformes, En la vida todos son uniformes, el cuerpo sólo<br />
es civil verdaderamente cuando está desnudo, respondió Marcial, pero<br />
ya no se percibía amargura en su voz.<br />
Durante la cena se conversó mucho sobre cómo se le había ocurrido a<br />
Marta la idea de hacer las figuras, también sobre las dudas, los<br />
temores y las esperanzas que ocuparon la casa y la alfarería en<br />
aquellos últimos días y, pasando a cuestiones prácticas, se calcularon<br />
los tiempos necesarios para cada fase de la producción y los<br />
respectivos factores de seguridad, diferentes unos y otros de las<br />
fabricaciones a que estaban habituados, Todo depende de la cantidad<br />
que se nos encargue, nos convendría que no fuera ni de más ni de<br />
menos, algo así como pretender sol para la era y lluvia para la huerta,<br />
que se decía en los tiempos en que no existían los invernaderos de<br />
plástico, comentó Cipriano Algor. Después de retirar el mantel de la<br />
mesa, Marta enseñó al marido los esbozos que había hecho, las<br />
tentativas, los experimentos de color, la vieja enciclopedia de donde<br />
había copiado los modelos, a primera vista parecía poquísimo trabajo<br />
para tan grandes ansiedades, pero es necesario comprender que en las<br />
circunnavegaciones de la vida un viraje ameno para unos puede ser<br />
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