13.05.2013 Views

Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ésa, lo que sucede es que Cipriano Algor está contento, dentro de tres<br />

minutos verá a Isaura y tendrá a Encontrado en los brazos, si no es<br />

precisamente al contrario el acontecimiento, es decir, Isaura en los<br />

brazos y Encontrado dando saltos, esperando que le presten atención.<br />

<strong>La</strong> plaza se quedó atrás, de repente, sin avisar, se le encogió el<br />

corazón a Cipriano Algor, él sabe de la vida, ambos lo saben, que<br />

ninguna dulzura de hoy será capaz de aminorar el amargor de<br />

mañana, que el agua de esta fuente no podrá matarte la sed en aquel<br />

desierto, No tengo trabajo, no tengo trabajo, murmuró, y ésa era la<br />

respuesta que debería haber dado, sin más adornos ni subterfugios,<br />

cuando Marta le preguntó de qué iba a vivir, No tengo trabajo. En esta<br />

misma entrada, en este mismo lugar, como en el día que venía del<br />

Centro con la noticia de que no le compraban más loza, Cipriano Algor<br />

disminuyó la velocidad de la furgo<strong>net</strong>a. No quería llegar, quería haber<br />

llegado, y entre una cosa y otra ahí está la esquina de la calle donde<br />

vive Isaura Madruga, la casa es aquélla, de súbito la furgo<strong>net</strong>a tuvo<br />

mucha prisa, de súbito frenó, de súbito saltó de ella Cipriano Algor, de<br />

súbito subió los escalones, de súbito tocó el timbre. Llamó una vez,<br />

dos, tres veces. Nadie apareció para abrir la puerta, nadie dio señal<br />

desde dentro, no vino Isaura, no ladró Encontrado, el desierto que era<br />

para mañana se había adelantado a hoy. Y deberían estar aquí los dos,<br />

hoy es domingo, no se trabaja, pensó. Desconcertado regresó a la<br />

furgo<strong>net</strong>a, cruzó los brazos sobre el volante, lo normal sería<br />

preguntarle a los vecinos, pero nunca le había gustado dar a saber de<br />

su vida, verdaderamente, cuando estamos preguntando por alguien<br />

estamos diciendo sobre nosotros mucho más de lo que se podría<br />

imaginar, lo que nos salva es que las personas preguntadas, en su<br />

mayoría, no tienen el oído preparado para comprender lo que se oculta<br />

tras palabras tan aparentemente inocentes como éstas, Por casualidad<br />

ha visto a Isaura Madruga. Dos minutos después reconocía que,<br />

pensándolo bien, tan sospechoso debería ser estar parado esperando<br />

frente a la casa como ir, con ademán de falsa naturalidad, a<br />

preguntarle al primer vecino si, por casualidad, se había fijado en la<br />

salida de Isaura. Voy a buscar por ahí, pensó, puede ser que los<br />

encuentre. <strong>La</strong> vuelta por la aldea resultó inútil, Isaura y Encontrado<br />

parecían borrados de la faz de la tierra. Cipriano Algor decidió irse a<br />

casa, volvería a intentarlo al final de la tarde, Salieron a algún sitio,<br />

pensó. El motor de la furgo<strong>net</strong>a cantó la canción del regreso al hogar,<br />

el conductor ya veía las ramas más altas del moral, y de repente,<br />

como un relámpago negro, Encontrado vino desde arriba, ladrando,<br />

corriendo ladera abajo como si hubiese enloquecido, el corazón de<br />

Cipriano Algor estuvo a una pulsación del desfallecimiento, y no por<br />

244

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!