Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

More documents

Recommendations

Info

cuatro y media. Se levantó, tomó una linterna de pilas que guardaba en un cajón y abrió la ventana. Había dejado de llover, se veían estrellas en el cielo oscuro. Cipriano Algor encendió la linterna y apuntó el foco hacia la caseta. <strong>La</strong> luz no era suficientemente fuerte para que se viera lo que estaba dentro, pero Cipriano Algor no necesitaba de tanto, dos cintilaciones le bastarían, dos ojos, y estaban allí. 40
Desde que lo mandaron a casa con la mitad de la carga, que, entre paréntesis se diga, todavía no ha sido retirada de la furgo<strong>net</strong>a, Cipriano Algor ha pasado, de un momento a otro, a desmerecer la reputación de operario madrugador ganada a lo largo de una vida de mucho trabajo y pocas vacaciones. Se levanta con el sol ya fuera, se lava y se afeita con más lentitud de la necesaria para una cara rasurada y un cuerpo habituado a la limpieza, desayuna poco pero pausado y finalmente, sin añadidura visible al escaso ánimo con que sale de la cama, va a trabajar. Hoy, sin embargo, después del resto de la noche soñando con un tigre que venía a comer en su mano, dejó las mantas cuando el sol apenas comenzaba a pintar el cielo. No abrió la ventana, solamente un poco el postigo para ver cómo estaba el tiempo, fue eso lo que pensó, o quiso pensar que pensaba, aunque no tenía hábito de hacerlo, este hombre ya ha vivido más que suficiente para saber que el tiempo siempre está, con sol, como hoy promete, con lluvia, como ayer cumplió, en realidad cuando abrimos una ventana y levantamos la nariz hacia los espacios superiores es sólo para comprobar si el tiempo que hace es aquel que deseábamos. Al escudriñar el exterior, lo que Cipriano Algor quería, sin más preámbulos suyos o ajenos, era saber si el perro todavía estaba a la espera de que le fuesen a dar otro nombre, o si, cansado de la expectativa frustrada, había partido en busca de un amo más diligente. De él apenas se veían el hocico que descansaba sobre las patas delanteras cruzadas y las orejas gachas, pero no había motivo para recelar de que el resto del cuerpo no continuase dentro de la garita. Es negro, dijo Cipriano Algor. Ya cuando le llevó la comida le había parecido que el animal tenía ese color, o, como afirman algunos, esa ausencia de tal, pero era de noche, y si de noche hasta los gatos blancos son pardos, lo mismo, o en más tenebroso, se podría decir de un perro visto por primera vez debajo de un moral cuando una lluvia persistente y nocturna disolvía la línea de separación entre los seres y las cosas, aproximándolos, a ellos, a las cosas en que, más tarde o más pronto, se han de transformar. El perro no es realmente negro, 41
Page 1 and 2: José Saramago La Caverna
Page 3 and 4: La presente edición fue digitaliza
Page 5 and 6: José Saramago La caverna ALFAGUARA
Page 7 and 8: Qué extraña escena describes y qu
Page 9 and 10: madrugaron tanto es porque Marcial
Page 11 and 12: se tarda en contarlo. El método op
Page 13 and 14: largo del muro, el cual, a su vez,
Page 15 and 16: manzana y entró directo por la cal
Page 17 and 18: producto de su trabajo, sacó la ti
Page 19 and 20: El alfarero paró la furgoneta, baj
Page 21 and 22: Cipriano Algor, pensando en el viej
Page 23 and 24: sobrepuestos, el de encima más peq
Page 25 and 26: habían pasado dos semanas de esta
Page 27 and 28: mañana, si todo esto no se ha acab
Page 29 and 30: Marcial Gacho telefoneó al final d
Page 31 and 32: Marta miraba al padre con fervor, c
Page 33 and 34: de un momento a otro puede volver a
Page 35 and 36: cántaros que a lo mejor nunca lleg
Page 37 and 38: espondió Cipriano Algor, y salió
Page 39: estaría abrigado en la caseta, si,
Page 43 and 44: parece una corbata. Encontrado, rep
Page 45 and 46: y puso en marcha el motor. Encontra
Page 47 and 48: sitio, de otro mundo, Por qué dice
Page 49 and 50: casi diaria en el Centro, ésas son
Page 51 and 52: vine dispuesta a hacer unos cuantos
Page 53 and 54: espuesta de Marta ya no es la misma
Page 55 and 56: de permiso y un magistrado, un buf
Page 57 and 58: podamos llegar a la otra margen, la
Page 59 and 60: enfermera. Toca blanca, blusa blanc
Page 61 and 62: que en el cerebro pueda ser percibi
Page 63 and 64: Voy a un negocio de hombres, esta v
Page 65 and 66: Encontrado como sabemos que ya le q
Page 67 and 68: antes de que el fuego se intensific
Page 69 and 70: esidente, Todavía acabamos los tre
Page 71 and 72: debajo de lo que nos costó, una ca
Page 73 and 74: pienso, pero qué le vamos a hacer,
Page 75 and 76: que Cipriano Algor ha estacionado l
Page 77 and 78: Al perro Encontrado no le gustó Ma
Page 79 and 80: otundamente aprobadora del padre. Y
Page 81 and 82: fue así, es fácil de comprender q
Page 83 and 84: hacer los moldes, trabajar en el mo
Page 85 and 86: medio difuso que poco a poco se ir
Page 87 and 88: cortadas por el mismo patrón, Debe
Page 89 and 90: probablemente, donde perdemos la pr
Page 91 and 92:
después me puse a pensar, a pensar
Page 93 and 94:
una hormiga extraviada que erguía
Page 95 and 96:
trabajo ni la inversión de convenc
Page 97 and 98:
después llega un día que sólo tr
Page 99 and 100:
el esquimal, el mandarín, el asiri
Page 101 and 102:
sorprendida, a la confusión, luego
Page 103 and 104:
conoce otra manera de evitar que la
Page 105 and 106:
piedra, parecía que le costaba iza
Page 107 and 108:
podrá estar tan seguro de lo que d
Page 109 and 110:
al resbalar, forme entre los dedos
Page 111 and 112:
es de las artes más lucrativas, se
Page 113 and 114:
que hablara también estaría inclu
Page 115 and 116:
otra, Los cascotes no son tantos, m
Page 117 and 118:
Con apreciable y tranquilizadora un
Page 119 and 120:
que otros por lo que representaban,
Page 121 and 122:
ahora será peor, tengan los dos mu
Page 123 and 124:
virtud comunicativa tenemos absolut
Page 125 and 126:
El primer acto de la función termi
Page 127 and 128:
actos, da lo mismo que sean los de
Page 129 and 130:
primera vez en un horno de alfarer
Page 131 and 132:
mucho, eso no hay quien lo niegue,
Page 133 and 134:
también por otras razones menos m
Page 135 and 136:
Marta, mirando fijamente las llamas
Page 137 and 138:
acabó de llenar. Ya no somos neces
Page 139 and 140:
un lugar tan agradablemente campest
Page 141 and 142:
ha metido ahí, si ha sido por dár
Page 143 and 144:
fragmentos de sus propios sueños o
Page 145 and 146:
cueva y colocados al lado de la enf
Page 147 and 148:
derecho absolutamente respetable, T
Page 149 and 150:
debiéndole a las otras refecciones
Page 151 and 152:
estamos en el principio, ya hemos c
Page 153 and 154:
inepcia mal enmendada, de cualquier
Page 155 and 156:
desprovista de convicción. Con el
Page 157 and 158:
menos en este caso fue remedio bend
Page 159 and 160:
Que muchos de los mitos antropogen
Page 161 and 162:
poniente, rojo como la ígnea lava
Page 163 and 164:
formados engendros, los protegió,
Page 165 and 166:
más osada que él, como si le preg
Page 167 and 168:
que ser cuidados y alimentados como
Page 169 and 170:
Marcial, y en ese momento le vino a
Page 171 and 172:
ueno para ustedes y todavía mejor
Page 173 and 174:
quedaba de la realidad del mundo en
Page 175 and 176:
La primera media centuria en salir
Page 177 and 178:
alfarería, vería que las cosas ta
Page 179 and 180:
impotente, sin recurso, al desconsu
Page 181 and 182:
puede llamar semana, pero no conozc
Page 183 and 184:
si la mayoría de los clientes inqu
Page 185 and 186:
mejor explicación del Centro será
Page 187 and 188:
pedido, aunque haya que decir que,
Page 189 and 190:
las cosas en sus lugares, sin olvid
Page 191 and 192:
que de lo esencial y profundo nada
Page 193 and 194:
fue una escena realmente deplorable
Page 195 and 196:
mano puesta en uno de los tiradores
Page 197 and 198:
pasado y de cada hoy que está pasa
Page 199 and 200:
otón respectivo, después el que t
Page 201 and 202:
nuevos, es todo nuevo, como te dije
Page 203 and 204:
Durante el regreso a casa, o, como
Page 205 and 206:
manifestado es, digámoslo así, em
Page 207 and 208:
vivísima, en cada momento, de la c
Page 209 and 210:
fueran más grandes, tres podrían
Page 211 and 212:
podremos venir cuando queramos, Sí
Page 213 and 214:
sobre la leche derramada que tantas
Page 215 and 216:
camino, Encontrado tuvo que frenar
Page 217 and 218:
demasiado, ahora quería volver a l
Page 219 and 220:
Marcial exclamó, Aquí estamos, s
Page 221 and 222:
ansiedades del cuerpo y del espíri
Page 223 and 224:
lanzarse a la descubierta y a la in
Page 225 and 226:
asumir el papel de mentor y pedirle
Page 227 and 228:
Marta le había propuesto al marido
Page 229 and 230:
ella el guarda uniformado se siente
Page 231 and 232:
apartamento, Estaríamos apañados
Page 233 and 234:
llega mi entendimiento, En segundo
Page 235 and 236:
transportar del trigésimo cuarto p
Page 237 and 238:
podrá permanecer en secreto toda l
Page 239 and 240:
trataba, Probablemente es una obra
Page 241 and 242:
existieron o no, dijo Cipriano Algo
Page 243 and 244:
oyó. El montacargas lo llevó al g
Page 245 and 246:
causa del animal, este amor, por mu
Page 247 and 248:
además, si nos tomáramos el traba
Page 249 and 250:
mucho en saberse. Marta y Marcial s
Page 251:
frente a la casa, y entonces Cipria
show all

Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?