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Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net

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interior. Había, sí, dos pasillos, y, entre ambos, otro bloque de<br />

apartamentos, pero éste con el doble de anchura de los restantes, lo<br />

que, narrando prolijamente, quiere decir que la parte habitada del<br />

Centro está constituida por cuatro secuencias verticales paralelas de<br />

apartamentos, dispuestas como placas de baterías o de colmenas, las<br />

interiores unidas espalda con espalda, las exteriores unidas a la parte<br />

central por las estructuras de los pasillos. Marta dijo, Estas personas<br />

no ven la luz del día cuando están en casa, <strong>La</strong>s que viven en los<br />

apartamentos que dan al interior del Centro tampoco, respondió<br />

Marcial, Pero ésas, como tú dijiste, se pueden distraer con las vistas y<br />

el movimiento, mientras que éstas de aquí están prácticamente<br />

enclaustradas, no debe de ser nada fácil vivir en estos apartamentos,<br />

sin la luz del sol, respirando aire enlatado todo el día, Pues no falta<br />

quien los prefiera, los encuentran más cómodos, más pertrechados de<br />

comodidades, por ejemplo, todos tienen aparatos de rayos<br />

ultravioletas, regeneradores atmosféricos, y reguladores de<br />

temperatura y de humedad tan rigurosos que es posible tener en casa,<br />

de noche y de día, en cualquier estación del año, una humedad y una<br />

temperatura constantes, Menos mal que no nos tocó un apartamento<br />

de éstos, no sé si conseguiría vivir mucho tiempo dentro, dijo Marta,<br />

Los guardas residentes tienen que darse por satisfechos con un<br />

apartamento común, de los que tienen ventanas, Jamás pude imaginar<br />

que ser suegro de un guarda residente del Centro sería la mejor de las<br />

fortunas y el mayor de los privilegios que la vida me había reservado,<br />

dijo Cipriano Algor. Los apartamentos estaban identificados como si<br />

fuesen habitaciones de hotel, la diferencia es que introducían un guión<br />

entre el número del piso y el número de la puerta. Marcial metió la<br />

llave, abrió y se apartó a un lado, Pueden entrar, por favor, llegamos a<br />

casa, dijo en voz alta fingiendo un entusiasmo que no sentía. No<br />

estaban contentos ni excitados por la novedad. Marta se detuvo en el<br />

umbral, después dio tres pasos inseguros, miró alrededor. Marcial y el<br />

padre se mantuvieron detrás. Tras unos momentos de vacilación, como<br />

si tuviese dudas sobre lo que sería más conveniente hacer, se dirigió<br />

sola a la puerta más próxima, miró dentro y siguió adelante. Su primer<br />

conocimiento de la casa fue así, pasando rápidamente del dormitorio a<br />

la cocina, de la cocina al cuarto de baño, de la sala de estar que será<br />

también comedor al pequeño compartimento destinado al padre, No<br />

hay sitio para la criatura, pensó, y a continuación, Mientras sea<br />

pequeño estará con nosotros, después ya veremos, probablemente nos<br />

darán otra casa. Volvió a la entrada, donde Marcial y Cipriano Algor<br />

estaban a su espera. Ya la has visto, preguntó el marido, Ya, Qué te ha<br />

parecido, A mí, bien, Te has dado cuenta de que los muebles son<br />

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