Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net
Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net
Saramago, Jose - La caverna - Telefonica.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
de haber tapado el cielo, la penumbra dentro de la casa se tornó más<br />
densa, lo natural sería que Isaura se levantara ahora del sillón para<br />
encender la luz. Pero no lo hizo, no por indiferencia o cualquier razón<br />
oculta, simplemente porque no se había dado cuenta de que apenas<br />
conseguía distinguir las facciones de Cipriano Algor, sentado allí mismo<br />
ante ella, a la corta distancia de su brazo si se inclinase un poco hacia<br />
delante, El cántaro sigue probando bien, haciendo el agua fresca,<br />
preguntó Cipriano Algor, Como el primer día, y en ese momento se dio<br />
cuenta de lo oscura que estaba la sala, Debería encender la luz, se dijo<br />
a sí misma, pero no se levantó. Nunca le habían dicho que a muchas<br />
personas en el mundo les ha cambiado radicalmente el destino por ese<br />
gesto tan simple que es encender o apagar la luz, ya fuese una<br />
lámpara antigua, o una vela, o un candil de petróleo, o una lámpara de<br />
las modernas, es verdad que pensó que tendría que levantarse, que<br />
eso es lo que imponen las conveniencias, pero el cuerpo se negaba, no<br />
se movía, rechazaba cumplir la orden de la cabeza. Esta era la<br />
penumbra que le faltaba a Cipriano Algor para que finalmente se<br />
atreviese a declarar, <strong>La</strong> quiero, Isaura, y ella respondió con una voz<br />
que parecía dolorida, Y en el día en que se va es cuando me lo dice,<br />
Sería inútil haberlo hecho antes, tanto, a fin de cuentas, como hacerlo<br />
ahora, Y sin embargo me lo acaba de decir, Era la última ocasión,<br />
tómelo como una despedida, Por qué, No tengo nada que ofrecerle,<br />
soy una especie en vías de extinción, no tengo futuro, ni siquiera tengo<br />
presente, Presente tiene, esta hora, esta sala, su hija y su yerno que<br />
se lo van a llevar, ese perro ahí tumbado a sus pies, Pero no esa<br />
mujer, No me ha preguntado, Ni quiero preguntar, Por qué, Repito,<br />
porque no tengo nada para ofrecerle, Si lo que ha dicho hace un<br />
momento fue sentido y pensado, tiene amor, El amor no es casa, ni<br />
ropa, ni comida, Pero comida, ropa y casa, por sí solas, no son amor,<br />
No juguemos con las palabras, un hombre no pide a una mujer que se<br />
case con él si no tiene medios para ganarse la vida, Es su caso,<br />
preguntó Isaura, Sabe bien que sí, la alfarería cerró, y yo no sé hacer<br />
otra cosa, Pero va a vivir a costa de su yerno, No tengo más remedio,<br />
También podría vivir de lo que su mujer ganara, Cuánto tiempo duraría<br />
el amor en ese caso, preguntó Cipriano Algor, No trabajé mientras<br />
estuve casada, viví de lo que mi marido ganaba, Nadie lo encontraba<br />
mal, era ésa la costumbre, pero ponga a un hombre en esa situación y<br />
cuénteme lo que pasará después, Entonces tendría el amor que morir<br />
forzosamente por esa causa, preguntó Isaura, por una razón tan<br />
simple como ésa el amor se acaba, No estoy en situación de<br />
responderle, me falta experiencia. Con discreción, Encontrado se<br />
levantó, en su opinión la visita de cortesía ya se estaba prolongando<br />
216