Guía de Práctica Clínica sobre Cuidados Paliativos - Cedepap TV
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Esta valoración <strong>de</strong>bería consi<strong>de</strong>rar los siguientes criterios: la proporcionalidad,la futilidad y la calidad <strong>de</strong> vida. En ocasiones, sólo la aplicación <strong>de</strong>los tratamientos durante un periodo <strong>de</strong> tiempo razonable y su posterior evaluaciónpermitirán reconocer si el enfermo respon<strong>de</strong> razonablemente a losmismos.A través <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> proporcionalidad se analizan los efectos positivos<strong>de</strong>l tratamiento y los negativos, como las cargas que pue<strong>de</strong>n suponer los efectossecundarios o el dolor que se pue<strong>de</strong> generar. Se consi<strong>de</strong>ra que un recursodiagnóstico o un tratamiento es proporcionado cuando origina un mayorbeneficio al paciente (72). En este sentido, se <strong>de</strong>bería tener en cuenta que lapreservación <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l enfermo es una obligación cuando el hecho <strong>de</strong> vivirsupone un beneficio más que una carga para el propio paciente.La futilidad se ha invocado en las siguientes situaciones clínicas: la reanimacióncardiopulmonar, el mantenimiento artificial <strong>de</strong> las funciones vitalescuando existe una pérdida irreversible <strong>de</strong> las funciones cerebrales superiores(estado vegetativo permanente o <strong>de</strong>mencia profunda), los tratamientos agresivosen enfermos terminales o moribundos, los tratamientos que sólo ofrecenuna calidad <strong>de</strong> vida muy baja, en especial si está acompañada <strong>de</strong> gran sufrimientoo si no hay esperanza <strong>de</strong> prescindir <strong>de</strong> cuidados intensivos. En estascircunstancias, se consi<strong>de</strong>ra que un tratamiento es fútil cuando los beneficiosque se obtienen ocurren en un porcentaje inferior al 1%-5% <strong>de</strong> los enfermostratados (73).En cuanto a la calidad <strong>de</strong> vida, el paciente es quien pue<strong>de</strong> valorarla <strong>de</strong>forma más apropiada. Si se tiene en cuenta que lo que a una persona le parece<strong>de</strong>sproporcionado o fútil pue<strong>de</strong> no parecérselo a otra, se comprueba que, aligual que el criterio <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> vida, también los criterios <strong>de</strong> proporcionalidady futilidad involucran juicios <strong>de</strong> valor, complicando el <strong>de</strong>bate acerca <strong>de</strong> la utilidado idoneidad, o no, <strong>de</strong> ciertos tratamientos en el final <strong>de</strong> la vida.Aclarada la importancia <strong>de</strong> la subjetividad a la hora <strong>de</strong> manejar los criteriosque nos ayu<strong>de</strong>n a pon<strong>de</strong>rar la eficacia <strong>de</strong> los tratamientos, resulta fundamentalconocer los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong>l enfermo, puesto que a la persona enferma lecorrespon<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir si <strong>de</strong>sea que se le aplique el tratamiento propuesto o no.En consecuencia, y tal como se ha <strong>de</strong>scrito cuando se ha hecho referencia alproceso <strong>de</strong> información y <strong>de</strong> comunicación, se pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r la importancia<strong>de</strong> dicho proceso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la relación clínica, ya que <strong>de</strong> esta manera elenfermo podrá hacerse un juicio claro <strong>de</strong> la situación que está viviendo y podrávalorar si el tratamiento que se le aconseja es proporcionado, o no, para él, ysi los niveles <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> vida resultantes son aceptables o no reúnen losrequisitos <strong>de</strong> humanidad y <strong>de</strong> dignidad que precisa para continuar viviendo.Otro aspecto que resulta básico para reconocer los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong>l enfermoes la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> su competencia para tomar <strong>de</strong>cisiones. La evaluación<strong>de</strong> la competencia se centra normalmente en la capacidad mental <strong>de</strong>l paciente,<strong>sobre</strong> todo en las habilida<strong>de</strong>s psicológicas necesarias para tomar una <strong>de</strong>cisiónmédica concreta. Los profesionales <strong>de</strong>berían comprobar si el enfermo haGUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE CUIDADOS PALIATIVOS 67