ACTAS

14 Convergencias mediáticas y nueva narrativa latinoamericana
narios bolivianos así como extranjeros, entre ellos destacan: “Martín del Fortín”, “El sargento de Ilabaya”, “Cabo
Cuchillo”, entre otros, enviados para consolidar la comunicación desde las trincheras hasta las ciudades, donde
los periódicos eran asiduamente comprados, algo que según el excombatiente de la guerra del Chaco, Daniel
Espinar, era muy extraño: “Los periódicos eran muy solicitados, porque muchos esperaban saber de sus parientes
que habían ido a la guerra, antes a casi nadie le importaba leerlos” (D. Espinar, comunicación personal.
7 de junio 2014). El trabajo de los corresponsales de guerra bolivianos recién había comenzado.
2.2. La primera persona
La objetividad periodística se parece a la mirada de un científico, que hace un experimento. Cualquier otro científico
en cualquier otro momento y lugar podría repetir el mismo experimento y obtendría los mismos resultados.
La subjetividad no tiene cabida en el laboratorio (…) pero cuando cuento una historia (…) lo primero que aparece
es el narrador, es decir, yo. Es a mí y no a otro a quien le ocurrió la historia con el gendarme, la novia y las flores,
y yo la cuento de una determinada manera, mientras que la que era mi novia o el chico que estaba con nosotros
o el gendarme, la contarían de otra forma. Porque la forma en que contamos las historias nos define.” (Hersser,
2010, p.29)
Una característica básica y activa del periodismo narrativo es que se escribe en primera persona; genera una
visión intrínseca de la noticia, aplicada a la realidad desde el punto de vista individual, desde un análisis propio,
libre a las interpretaciones. Pero usar la primera persona al escribir una noticia, genera ese subjetivismo
de enmarcar en un nivel micro todo un acontecimiento, centrándose en un hecho específico, en un lugar
pequeño, cuando al mismo tiempo se realizan diversas acciones en lugares cercanos o lejanos al que pertenece
la noticia redactada. Pero es allí donde lo subjetivo se vuelve objetivo, especialmente en el caso de los
corresponsales bolivianos de la Guerra del Chaco. La subjetividad con la que se narra un hecho específico: la
vida en campaña de un oficial o la defensa de un sector por un regimiento patrio, engloba la totalidad de las
acciones que ocurren al mismo tiempo en la campaña del Chaco y es allí donde la experiencia de un soldado
raso, un capitán, un coronel, se convierte en noticia narrativa, porque el periodista entrega su pluma al actor
del hecho; el testimonio se convierte en noticia, llena de experiencias, acciones y sentimientos, que solo puede
compartirlos quien estuvo en la acción como tal.
Un claro ejemplo es el caso del “enviado especial” del periódico El Diario, que entrevistó al coronel José Gonzales
Portal, comandante del regimiento “Pando” 36 de infantería. Este periodista boliviano, el 20 de mayo
de 1933, otorga su pluma al coronel para que sea él quien narre lo acaecido en febrero de 1933, cuando el
regimiento a sus órdenes venció en Puesto Pabón al regimiento paraguayo “Gral. Mongelos” 3ro. de Infantería,
comandado por el coronel ruso Boris Cassianoff, quien falleció en dicha batalla. Gonzales narra con cuidado y
detalle lo sucedido, la patrulla que fue la primera en entrar en combate, la fuerza y coraje del moscovita que
pereció a manos del cabo chuquisaqueño “Pitirito” y la sacrificada muerte de más de una decena de sus hombres
en la defensa. Todo ello narrado por Gonzales, el periódico lo transcribió en su totalidad para cumplir su
principal objetivo: “aumentar la moral”.
El hecho de que el periodista dejase que fuera Gonzales quien anoticie a la sociedad en general sobre lo
ocurrido, y que lo diga en primera persona, da una noción de realidad, de percepción y de acción a la misma
sociedad, debido a que al leer sobre este hecho, uno se siente parte de la noticia como tal, es transportado a
la realidad vivida por Gonzales y los suyos. Esta fue una de las primeras noticias de las que se tuvo referencia
sobre el periodismo narrativo en primera persona. Asimismo, una de las notas más relevantes transcritas en
primera persona y con este análisis subjetivo pero objetivo a la vez, es dada por Augusto Céspedes:
Pude vislumbrar con cierta precisión ese sentimiento individual y protohistórico cuando una noche
oí exclamar al capitán Desiderio Rocha en una situación difícil “Hermanitos hay que sostenerse
por el honor del Batallón”. No por la patria abstracta, ni por la conquista del Chaco, ni por iutti
possedetti, ni por los petróleos, sino por un designio definitivo y absoluto en sí mismo: ¡el honor