ACTAS

18 Convergencias mediáticas y nueva narrativa latinoamericana
conocerían en cuerpo y palabras ajenas las penurias de los prisioneros de guerra, sabrían de la voz de quienes
fueron canjeados o de aquellos que tuvieron el coraje y la temeridad de realizar una evasión, arriesgando su
vida en tal empresa, sentirían cada herida de los evacuados, llorarían con cada muerte anunciada y recordaríana
los héroes que cayeron con gloria en los campos de Marte. La población en general conocería la verdad del
Chaco Boreal, la sentiría, la viviría, todo mediante la voz y pluma de los corresponsales bolivianos que dejando
las reglas de la gramática general, se vieron inmersos en la transcripción narrativa para dar a conocer la crudeza
del Chaco donde bolivianos y paraguayos morían por centenas para adueñarse de ese infierno verde. Es así
que, mediante el trabajo de los corresponsales de guerra bolivianos, “unos” (la sociedad) tuvieron conciencia
de “los otros” (el ejército en campaña).
El principal expositor de este medio fue Augusto “El Chueco” Céspedes, uno de los principales corresponsales
de guerra del ejército boliviano, como “enviado especial” del periódico El Universal. Céspedes comenzó sus
“crónicas”, como el mismo las tituló, con humor, optimismo y patriotismo. Al poco tiempo de convivir con los
soldados en el frente de batalla, se tornaron más crudas, críticas y realistas. Céspedes lograba, con su pluma,
transportar a todo quien leyese sus escritos hacia la línea de combate, que era desde donde venían sus palabras;
en ellos hablaba de la realidad del soldado boliviano, de lo inhóspito del Chaco Boreal, de los enemigos
invisibles del monte chaqueño como son la sed, las enfermedades y los insectos, que afectan en igual o mayor
fuerza a los soldados paraguayos, quienes existen y están al otro lado del matorral. Sus escritos sirvieron para
que en la post guerra, escribiese una colección bajo el epígrafe de: “crónicas heroicas de una guerra estúpida”.
Presento algunos párrafos de sus escritos para denotar la diferencia y experiencia de su vida y la transcripción
de su pluma, en un principio jocoso y divertido, para luego tornarse dramática y cruda:
Rosa Pizarro, la serena miss Bolivia fue designada, por unanimidad, madrina de los corresponsales de guerra, creándose
así un parentesco individual a que estos se han puesto tan orgullosos como si hubieran obtenido una condecoración
a priori, pero de todos modos nadie podrá negar que hemos logrado un record periodístico. Entre Ríos 15
de febrero de 1933. (Céspedes, 2010, p.17)
En el Chaco la obra más pequeña requiere un enorme esfuerzo, pero no hay obra por más difícil que sea, que no
sea emprendida. El hombre en guerra, crucificado con el tiempo y el espacio del Chaco los vence con los recursos
más admirables ¿no hay agua? Tráiganselo de veinte lenguas de distancia, diariamente ¿no hay caminos? Pues,
abrase uno, aunque sea de cincuenta kilómetros con hacha y machete. (Céspedes, 2010, p.56).
Es así como Céspedes transportaba al lector hacia el Chaco Boreal, hacia la camaradería del combatiente boliviano,
hacia la guerra. Tal fue la fuerza de sus palabras que el gobierno clausuraría el periódico El Universal
a mediados de 1935. Pero aún así, se ha demostrado que tanto la obra de Céspedes como la de sus contemporáneos,
fue la base de lo que ahora es el periodismo narrativo, solo que en el caso boliviano, este tipo de
periodismo estuvo forjado a sangre y fuego en las arenas y tuscales del Chaco Boreal.
3. Conclusión
Reconocemos la impronta del nuevo periodismo en este llamado periodismo narrativo de hoy, cuyas crónicas
combinan el entretenimiento con el poder simbólico del que el lector dispone en la novela y el cuento. La realidad
se interpreta a medida que se la narra, tiene vacíos, le faltan certezas. Lejos de proponer una visión del mundo
completa y acabada, los textos de la tendencia interpelan al lector, quien debe trabajar en pos de la construcción
del sentido de la historia. (Bonano, 2014, p.39)
Apoyando la premisa de Mariana Bonano, este trabajo consolida el accionar y relevancia social actual del
periodismo narrativo, a partir de un análisis de sus orígenes: el periodismo de la Guerra del Chaco, ese periodismo
en tiempos de guerra cuyo objetivo era consolidar la moral nacional y bajar la del enemigo; un aspecto
que las editoriales de los medios impresos tuvieron a buen recaudo de lograr; pero que tuvieron un gran
apoyo en los corresponsales de guerra, quienes al narrar con sus propias palabras o con las de los propios ex