ACTAS

186 Convergencias mediáticas y nueva narrativa latinoamericana
cos de la nación, y en contra de la oligarquía corrupta y vende patria” (De la Torre 2013:4). El siguiente mensaje
de Pablo Iglesias, enmarcado en la manifestación del primero de mayo del 2016, ilustra a la perfección este
postulado:
Como ya apuntaba Chantal Mouffe (2007), el discurso de la videopolítica se erige como una batalla del bien
contra el mal. Esta intervención azuzada por un post de Podemos nos recuerda a una de las más crueles consignas
de la guerra cuya violencia se pensaba desterrada tras el holocausto, la de Ruanda:
Recordemos que en esa siniestra guerra de 1994, las dos etnias dominantes en Ruanda se mataron a machetazos
azuzados por la Radio Mil colinas, que llamaba al exterminio de de los tutsis “como cucarachas”; 800.000
mil personas fueron masacradas, muchos niños. Nos parece relevante que este mensaje de Tristán Beti no haya
sido flameado, dada la crudeza. Evidentemente se juega en el terreno tribal de las emociones.
El internauta Tony Taylor, a una reflexión del investigador, apostilla:
Los troles interiorizan que existen buenos y malos sin ninguna traba crítica, como ya hemos demostrado. Evidentemente
existe un redentor, un Mesías que viene a salvar la democracia, como en varias de sus intervenciones
asegura Iglesias y que permea en el espíritu de sus seguidores. Los rivales, PP, Ciudadanos, la casta, son
“portadores de una serie de características que los transforma en malignos, e inmorales… independientemente
de las acciones que emprendan (Edelman 1998:67). El populismo subvierte orden existente, para instaurar
uno nuevo (Laclau 2005: 177).
Otra mitología apuntada por De la Torre en otra sede es que ese Mesías viene desde abajo hasta convertirse
en una persona extraordinaria. La fotografía de uno de los libros de Pablo Iglesias, donde se puede observar
en medio de gente normal, refleja perfectamente esta idea: