ACTAS

I Congreso Internacional de Periodismo 77
Vega presupone un lector cercano a las frustraciones de nuestros tiempos, especialmente la lúdica, que agradece
que el periódico no solo le informe sino que además se tome la molestia de entretenerle. Lejos de menospreciarlo,
el cronista le supone algún dominio de la actualidad nacional, más allá de lo meramente policial,
y de ciertos conocimientos posibles en un grupo etario similar al suyo propio e intereses de algún modo más
orientados a vestigios del altruismo que a la órbita individual.
Para él construye máquinas textuales de sentido que se instalan en un acto expresivo en que el lenguaje puede
estar jalonado por términos del argot, pero que nunca caen en registros vulgares.
En general las circunstancias de la enunciación, como es obvio en el periodismo, determinan su particular
expresión. Pero van más allá de lo meramente coyuntural, se orientan más bien por un contexto más amplio,
especialmente en lo temporal.
Los aspectos de conocimientos previos dependen de cada temática. En algunas, las que presentan cierta
trayectoria, echa mano a elementos previos; pero normalmente, como muchos de los casos son emergentes,
construye su propia referencialidad en el texto, durante la narración de la noticia. Las hipercodificaciones
(como imitar discursos externos) aparecen como un recurso que resulta especialmente relevante, ya que constituye
la base para los recurrentes segmentos paródicos.
A medida que construye su referencialidad o aprovecha la que le brinda su tiempo inmediato, Vega informa
las primeras estructuras discursivas. Los temas son de fácil reconocimiento, en especial si pensamos lo específicos
que resultan los paraguas seccionales que normalmente cobijan sus notas. En general, dada la prevalencia
de este recurso en el periodismo, los encabezados (leads) dan el punto de partida de las isotopías, desde
el comienzo se dan algunos elementos fundantes.
Los relatos, el periodismo policial es especialmente contador de historias y Vega lo lleva casi al paroxismo,
construyen la estructuras narrativas. Sobre ellas, a partir muchas veces de los recursos humorísticos, como
veremos más adelante, el lector construye sus previsiones e inferencias, deduce la orientación de los sucesos
e identifica los roles que cada personaje juega dentro del relato.
No necesariamente secuencial, este proceso se instala pronto en el lector, quien para entonces ya está preparado
para tomar decisiones valóricas.
3.2.1.- Parte de batalla
Un ejemplo complejo de este proceso se da en el artículo de la reyerta entre militares y los guardias de una
discoteca 70 .
El lugar donde suceden los hechos era bastante conocido en la época que se publica la nota; pero para los que
no la conocieran por otros motivos, los días previos había adquirido bastante notoriedad cuando llegaron a
ella seleccionados de fútbol que deberían haber estado concentrados esperando el partido contra Brasil. Es a
este episodio al que hace alusión el autor cuando entrega el resultado del partido.
La otra área de conocimientos necesarios para el desciframiento de la nota viene de la historia reciente e incluso
la situación actual de Chile. Nación con un patriotismo más bien bélico y festivo, hay un conocimiento
bastante desarrollado, al menos en las generaciones educadas en el siglo pasado, de cierta retórica militar.
Si bien el título está más concentrado en llamar la atención que en detallar el acontecimiento, la sola mención
de un “batallón militar” que se “agarró” con “guardia imperial” ya deja en claro el tenor de los acontecimiento.
El lead (“Con cinco prisioneros por bando -tres de ellos heridos en acción y como tales candidatos a la medalla…)
confirma la situación; pero además introduce el tono paródico que mantendrá la nota.
70 “Batallón militar se agarró con guardia imperial de discoteca Kmasú”, domingo 11 de septiembre de 2005, página 2.