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El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

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increíblemente apuesto e hizo lo último que probablemente se le habría

ocurrido hacer si no hubiera tenido aquella conversación con sus amigas esa

tarde.

—Su esposa… —susurró antes de colocarse de puntillas e inclinar la cabeza

lo suficiente para unir sus labios a los suyos.

Era su primer beso y no tenía ni la más remota idea de qué hacer.

Probablemente él la apartara, la desechara a un lado y saliera hecho una furia

de su habitación, pero no pensó jamás que le devolvería aquel beso y que

para su sorpresa pudiera ser tan sumamente placentero.

Los brazos del duque la rodearon mientras que sus labios comenzaron a

besarla con ardor provocando que finalmente ella entreabriera la boca y en

ese momento sintiera como la lengua de su esposo se abría paso para

abordarla hasta un lugar hasta ahora desconocido. Por inusual que fuera en

lugar de causarle miedo alguno, solo le provocó un placer infinito por querer

descubrir más de aquella sensación y cuando sintió que la alzaba entre sus

brazos sin darse cuenta colocó sus manos alrededor del cuello del duque para

aferrarse a él y seguir aquel deleite que le provocaba su boca.

Susan fue consciente tras varios segundos después que estaba prisionera entre

la dureza de algo frío a su espalda que probablemente fuera la pared y el

cuerpo de aquel hombre que la sujetaba. No era consciente de lo que estaba

ocurriendo, pero si lo era de un ardor que sentía en lo más profundo de su ser

provocado por aquellos besos incesantes. Escuchó un gruñido procedente de

la garganta del duque y entonces notó que la alzaba de nuevo, en ese

momento separó su boca de la de ella y vio como se dirigía hacia la puerta

que comunicaba su habitación con la de su esposo e incrédula observó como

éste la abría y entraba con ella en la recámara que hasta ahora le había sido

prohibida su entrada. Nada más cerrar la puerta sintió como volvía a tener la

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