16.05.2023 Views

El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¿A qué te refieres con un largo historial de amantes? —preguntó Susan

directamente.

—Me consta que el duque de Buccleuch es un hombre recto e íntegro de

costumbres antiguas. Jamás se le ha conocido ninguna amante, ya sabes que

en esta ciudad pocos pueden salvarse de esconder a una amante. En el caso de

él, que incluso hubiera sido comprensible después de perder a dos esposas,

nunca se le ha conocido ninguna y menos aún es un hombre que frecuente

burdeles según me ha contado Henry.

—¿Y eso es bueno o malo? —insistió Susan.

—Bueno para la moral e integridad de una esposa, aunque también puede ser

malo debido a que probablemente no ha aprendido a complacer a una dama

—contestó Catherine.

—Pero ha tenido dos esposas… —susurró Susan sin comprenderlo.

—Que probablemente han sufrido el mismo destino que tu y como eran unas

damas respetables, jamás osaron decir nada. ¿Crees que estaríamos hablando

de este tema ahora si tu no lo hubieras confesado al estar en confianza?

Probablemente si osaras mencionarlo a tu madre, te diría que una dama no

habla de ciertos temas porque es pecado y que lo que ocurra en el lecho solo

es competencia de tu esposo —terció Julia.

—En realidad ella solo me dijo que debía dejar que él me hiciera lo que

quisiera. Ni si quiera me habló del dolor que ello implicaría…

—Pobrecita —susurró Catherine—. Debiste haber hablado con nosotras.

Tenías que habernos confesado esto antes…

—¡No estabais! —exclamó—, aunque reconozco que tal vez no lo habría

hecho tampoco porque me daba vergüenza admitirlo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!