16.05.2023 Views

El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—contestó Aaron con tanta calma y firmeza que a Susan se le aceleró el

pulso de inmediato

¿Se podría morir de amor? Pensó Susan. Tal vez, pero desde luego no lo

haría esa noche porque deseaba acaparar cada gesto, palabra o beso que su

esposo le proporcionaba.

—Entonces tómame… soy tuya. Únicamente tuya. —Expresó Susan con

devoción abrazándose a él.

—Eres tan hermosa… —susurró dejándola suavemente sobre su lecho

mientras sus manos acariciaban la piel de su rostro tan suave como el

terciopelo—. Tus ojos son dos gemas preciosas, tu piel es tan suave como la

seda y tus labios son como un melocotón maduro del cuál deseo aspirar todo

su jugo. Jamás pensé que enloquecería tanto como lo hago estando a tu lado y

te prometo que a partir de ahora no me separaré de ti.

En aquel instante todas las dudas que había tenido Susan sobre creer que su

marido estaba enfadado o distanciado por algo que ella había dicho o hecho

se disiparon. Quizá solo estaba agotado por su trabajo, tal vez solo fuera

debido a su embarazo, pero fueran cuales fueran esas respuestas a sus

preguntas ahora no le importaban porque él parecía mucho más que dispuesto

a estar junto a ella y esta vez se aseguraría de que no volviera apartarse de su

lado haciéndole cumplir su promesa.

—Te he echado tanto en falta —gimió Susan acercándose hasta él y

colocando sus manos en su pecho mientras ascendía para desatar aquel

pañuelo al mismo tiempo que su esposo la observaba dejando que ella hiciera

aquello.

No tanto como yo, pensó Aaron sin que su voz emitiera aquellas palabras que

tan profundamente acallaba.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!