16.05.2023 Views

El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

quisiera redecorar la casa o remodelar parcialmente alguna cosa y hasta cierto

punto estaba dispuesto a concederlo con tratar de contentarla, pero si todo

estaba bien para ella, era aún mejor.

—Le he comentado a la duquesa, que la biblioteca se encuentra en su

despacho, mi lord —dijo la señora Edna con cierta serenidad.

—¿La biblioteca? —exclamó el duque absorto.

—Soy una gran aficionada a la lectura y poseo una gran colección de libros

con la que me gustaría complementar su biblioteca. —Admitió Susan.

Aaron estaba algo extrañado ante aquella información. Normalmente las

jóvenes eran diestras en música, pintura o costura, jamás había pensado que

su nueva esposa tuviera tanta pasión por el conocimiento.

—Si —afirmó—. Puede dárselos a mi ayuda de cámara para que los coloque

en los estantes del despacho.

—Si no le importa a su excelencia, me gustaría hacerlo personalmente —

contestó sin un atisbo de duda—. Así podré contemplar sus adquisiciones por

si alguna me resulta interesante.

—Desde luego, pero tendrá que esperar a que esté presente mientras lo hace.

—No pensaba permitir que la joven convirtiera su despacho en un desastre o

peor aún, que trastocara sus cosas o perdiera algún documento importante.

El resto de la tarde Susan lo pasó en una de las salitas de té donde la señora

Edna la acompañó mientras las pequeñas recibían su clase de francés y a

pesar de la pequeña soledad que había percibido a ratos, había logrado

reconfortarse pensando que tal vez, ese dolor infligido la pasada noche no se

repetiría. Quizá solo era un simple engaño a su mente para tratar de evitar

salir corriendo o quizá solo era la excusa razonable para creer que debía

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!