16.05.2023 Views

El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Sus palabras fueron arrolladoras para Aaron que se acercó aún más a ella

rodeándola por la cintura.

—¿Me deseas? —preguntó esta vez acercando su rostro, rozando su nariz con

la suya.

—Si —jadeó Susan rindiéndose a él. ¿Iría al infierno por tener pensamientos

impuros con su esposo?

Antes de contestar a su propia pregunta, notó como los labios del duque

rozaban los suyos y se inclinó para obtener más de aquel dulce prohibido.

Gimió en sus labios queriendo más, deseando más y su gesto pareció surtir

efecto puesto que pronto notó como era alzada hasta que quedó sentada sobre

aquella mesa llena de documentos sin abandonar los labios de su marido.

Sobre el camisón llevaba una bata de seda debidamente anudada que no

dejaba rastro alguno de la prenda que ostentaba debajo, así que cuando las

manos habilidosas del duque deshicieron aquel nudo y abrió la prenda, su

cuerpo dejó relucir aquel encaje blanco que cubría su cuerpo entre

transparencias.

—Déjame admirarte… —susurró Aaron apartando sus labios para coger el

candil que había a su izquierda y aproximarlo al cuerpo de su esposa

admirando cada palmo de su cuerpo, viendo como aquellos sinuosos pechos

se escondían tras ese tejido. Era tan suave, delicada y al mismo tiempo

salvaje, hermosa… Susan era única en su especie y no podía creer que fuera

solo suya.

Los dedos del duque se paseaban sobre aquel camisón de encaje blanco

mientras Susan sentía como exploraban su cuerpo y contenía la respiración

por lo que acontecería después. En el momento que alzó su mirada de nuevo

para apreciar sus ojos, fue consciente del increíble gozo que era sentirse

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!