16.05.2023 Views

El-sexto-sentido-Ordinales-4-Phavy-Prieto

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

al fin se lo revelase.

Era una tarde como otra cualquiera, con un cálido fresco que acentuaba el

otoño que ya se había volcado sobre la ciudad acompañado de un cielo

nublado muy típico en Londres por esas fechas. Las hojas ya se comenzaban

a acumular por los rincones e incluso a su semejanza era más hermoso

contemplar sus variantes colores desde el amarillo hasta el marrón oscuro

pasando por varias tonalidades anaranjadas.

Susan pensó que todo le resultaba hermoso, cada detalle, cada matiz, cada

movimiento en el aire… pero tal vez su felicidad se debía únicamente a que

el médico acababa de constatar que efectivamente estaba embarazada.

Había deseado con todas sus fuerzas que fuera real, que dentro de su ser

existiera ese pequeño y hermoso hijo que le daría al hombre que amaba y

ahora que tenía esa seguridad probablemente era tan dichosa que incluso ni

ella misma podía caber en sí del gozo que sentía en aquellos momentos.

Meditó cuál sería la reacción del duque al revelarle que volvería a ser padre,

al decirle que quizá tuviera al fin su ansiado heredero al ducado y supo que la

noticia debía contentarle casi tanto o más que a ella, probablemente aquello

fuera el punto de unión que necesitaba para que él la amase.

—Está usted radiante, mi lady —dijo Esther mientras volvían caminando

desde la consulta del doctor Robbins hacia la casa familiar.

—Creo que nunca me he sentido más dichosa en toda mi vida —confesó

Susan sonriente—, pero hasta que revele al duque la noticia, esto quedará en

la más estricta confidencialidad, ¿Está claro? —advirtió a su doncella.

—Por supuesto mi lady —, si me preguntan diré que hemos estado en la casa

de modas de su amiga la duquesa de Sylverston y que nos entretuvimos un

poco más de la cuenta porque la invitó a tomar el té.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!