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Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca

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aberrar; por tanto, la terapia dianética hace completamente imposible tal<br />

eventualidad.) El segundo hecho, y mucho más importante para nosotros, es que con<br />

estos mismos datos se puede hacer que la joven recobre toda la fuerza, el interés, la<br />

persistencia y la tenacidad para la vida, y todo el bienestar físico y mental posibles. Si<br />

no se pudiese hacer que funcionara en ambos sentidos, no tendríamos la respuesta, al<br />

menos en una forma funcional. (A propósito, si algún escritor de ficción se sintiera<br />

tentado de horrorizar sobre el primer hecho, debe recordar que los datos se obtuvieron<br />

con aparatos que habrían asombrado al doctor Frankestein por su complejidad y la<br />

habilidad en su uso, y que la terapia dianética hace contacto con los datos en la<br />

fuente; el aparato es necesario para impedir tocar la fuente, porque en el instante en<br />

que la terapia toca la fuente, el poder de ésta se desvanece como los titulares de ayer.<br />

Por tanto, no hagamos dramas tipo Luz de gas sobre la <strong>Dianética</strong>, por favor; serían<br />

técnicamente inexactos.)<br />

Esto no es tan sencillo como la electricidad, pues el interruptor no se puede<br />

encender y apagar. En lo que respecta a la <strong>Dianética</strong>, solamente se puede encender.<br />

Tenemos entonces un reóstato que no retrocederá, pero que, cuando se presiona hacia<br />

adelante, libera más y más fuerza dinámica para el individuo, y le da más y más<br />

control sobre su uso.<br />

Se supone que el hombre es un organismo autodeterminado. Es decir, mientras<br />

pueda hacer evaluaciones de sus datos sin compulsiones o represiones artificiales (los<br />

sietes atascados en una calculadora), puede operar con máxima eficiencia. Cuando un<br />

hombre se vuelve determinado exteriormente, es decir, se ve impulsado a hacer o<br />

reprimido de hacer, sin su propio consentimiento racional, se convierte en un animal<br />

de botón de contacto. Este factor de botón de contacto está tan marcadamente<br />

definido que un auditor que descubre en la terapia una frase fundamental en un<br />

engrama (y no la libera) puede usar esa frase durante un rato para hacer que un<br />

paciente tosa, se ría, deje de toser o deje de reírse, a voluntad del auditor. En el caso<br />

del auditor, puesto que obtuvo los datos en la fuente -contactó con el propio engrama,<br />

lo que le robó a éste un poco de su poder-, el botón de contacto no durará mucho;<br />

desde luego, menos de doscientas o trescientas presiones. Todo el intento de manejar<br />

seres humanos a base de la obligación por el dolor, y la mayoría de los datos<br />

acumulados en el pasado por diversas escuelas, han sido, sin saberlo, este material de<br />

botón de contacto. Si el engrama no es tocado en la fuente, podrá seguir funcionando<br />

indefinidamente sin que su poder disminuya jamás. Sin embargo, cuando se toca en la<br />

fuente, se ha alcanzado el registro original, y pierde así su, poder. El "manejo de seres<br />

humanos" y lo que la gente ha estado llamando de modo general "psicología", en<br />

realidad han sido manejos de botón de contacto de las frases y sonidos aberrativos de<br />

una persona. Los niños las descubren en sus padres y las utilizan como venganza. El<br />

oficinista descubre que su jefe no puede soportar el cesto de basura lleno, y por lo<br />

tanto lo mantiene siempre lleno. El contramaestre de un barco descubre que uno de<br />

sus marineros se acobarda cada vez que oye la palabra "señorito", y entonces usa la<br />

palabra para intimidar al hombre. Esto es una guerra de botón de contacto entre<br />

aberrados. Las esposas pueden descubrir que ciertas palabras hacen que el esposo<br />

haga muecas de dolor o se enoje, o le hagan refrenarse de hacer algo, así que usan<br />

estos "botones de contacto". Y los maridos encuentran los botones de contacto de sus<br />

esposas y les impiden comprar ropas o usar el coche. Este duelo defensivo y ofensivo<br />

entre aberrados está ocasionado por botones de contacto que reaccionan contra<br />

botones de contacto. Todos los populachos son manejados por sus respuestas de botón<br />

de contacto. La publicidad aprende acerca de los botones de contacto y los usa en<br />

cosas como el "olor corporal" o el estreñimiento. Y en el campo de la diversión y de<br />

la composición de canciones, los botones de contacto se pulsan a montones y en serie

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