Hubbard, L. Ronald - Dianética - masoneria activa biblioteca
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tiene antecedentes penales y que la policía le anda buscando. Estas serían demencias<br />
esquizofrénicas y paranoico-esquizofrénicas, respectivamente.<br />
El operador puede informar al individuo de que es la persona más maravillosa<br />
de la tierra y de que esto lo piensa todo el mundo; o de que el individuo es el objeto<br />
de adoración de todas las mujeres. Esto sería el tipo de demencia maníaca.<br />
Mientras está hipnotizado, se le puede convencer de que cuando despierte se<br />
sentirá tan terriblemente mal, que no tendrá otra esperanza más que la muerte. Este<br />
sería el tipo de demencia depresiva.<br />
Puede decírsele que en lo único que puede pensar es en lo enfermo que está y<br />
que hará suya toda enfermedad sobre la que lea. Esto le haría reaccionar como un<br />
hipocondríaco.<br />
Así podríamos recorrer todo el catálogo de enfermedades mentales y, creando<br />
sugestiones imperativas para crear el estado de ánimo, podríamos lograr en el<br />
individuo despierto una apariencia de cada demencia.<br />
Quede entendido que éstas son apariencias. Son similares a la demencia en el<br />
sentido de que el individuo actúa como una persona demente. No sería una persona<br />
demente. En el momento en que se elimina la sugestión -informándole al individuo de<br />
que se trataba de una sugestión- la aberración (y todas estas demencias, etc., se<br />
agrupan bajo el título de aberraciones) teóricamente desaparece.<br />
La reproducción de aberraciones de todas clases y tipos en individuos que han<br />
sido hipnotizados o drogados, ha demostrado que hay alguna porción de la mente. que<br />
no está en contacto con la consciencia, pero que contiene datos.<br />
Fue la búsqueda de esta parte de la mente lo que condujo a la solución del<br />
problema de la demencia, las enfermedades psicosomáticas y otras aberraciones. No<br />
fue abordándolas mediante el hipnotismo; éste es simplemente otra herramienta, una<br />
herramienta que es de uso únicamente ocasional en la práctica de la <strong>Dianética</strong>, y que<br />
en realidad no se necesita en absoluto.<br />
Tenemos a un individuo que actúa cuerdamente, al que se le da una sugestión<br />
imperativa y que luego, temporalmente, actúa de forma demente. Su cordura es<br />
restaurada al liberar la sugestión pasándola a su consciencia, momento en que la<br />
sugestión pierde la fuerza que tiene sobre él. Pero esto es sólo una apariencia del<br />
mecanismo involucrado. La verdadera demencia, la que no ha sido instalada por algún<br />
hipnotizador, no es necesario que emerja a la consciencia para que se descargue..<br />
Existen ésta y otras diferencias entre la hipnosis y la verdadera fuente de la<br />
aberración, pero el hipnotismo es una demostración de sus mecanismos.<br />
Revisemos el primer ejemplo de la sugestión imperativa. El individuo estaba<br />
"inconsciente", lo que quiere decir que no se encontraba en posesión de su plena<br />
consciencia o autodeterminismo. Se le dio algo que debía hacer, y ese algo estaba<br />
oculto a su consciencia. El operador le dio una señal. Cuando la señal se produjo, el<br />
individuo llevó a cabo un acto. El individuo dio para justificar el acto razones que no<br />
eran las verdaderas. El encontraba defectos en el operador y en su indumentaria, pero<br />
no se daba cuenta de que era la corbata la que daba la señal para la acción. Se eliminó<br />
la sugestión, y el individuo ya no sentía la compulsión de llevar a cabo el acto.<br />
Estas son las partes de la aberración. Una vez que uno sabe exactamente qué<br />
partes de qué cosa son aberraciones, todo el problema es muy sencillo. A primera<br />
vista parece increíble que la fuente pudiera haber permanecido tan perfectamente<br />
oculta durante tantos miles de años de investigación. Pero, reconsiderándolo, resulta<br />
milagroso que la fuente haya sido descubierta, porque está escondida muy bien y muy<br />
astutamente.